Modesto Emilio Guerrero*
21 años es una prueba de sobrevivencia cuando el terreno de la prueba es la política, la lucha social o la batalla ideológica.
Esa prueba da positivo para los gestores, constructores y militantes periodísticos del Portal Aporrea.org
Es posible que desde hace una década por lo menos, este medio esté afrontando su mayor desafío.
Es posible.
Porque hubo otros, como la de su confección electrónica en 2002 cuando la derecha «tumbada» la señal de Aporrea y tanto su creador técnico-webmaster, Martín Sánchez, como su elaborador periodístico, Gonzalo Gómez, tuvieron que mostrar de qué madera estaban hechos, para soportar aquellas presiones.
Esta vez, aunque ambos creadores no estén al frente, Aporrea debe soportar presiones similares con una diferencia esencial.
Quienes la suprimen del espacio cibernético no son los enemigos de 2002 a 2005, sino los amigos y aliados de esos mismos años.
Un ayer que tiende a disolverse en las penumbras de los retrocesos, las traiciones, devoluciones y derrotas mas vestidas de victoria.
Lo que sorprende no es que aporrea tenga enemigos que siempre serán enemigos.
Lo que impacta es que la textura moral de este medio libre y democrático, no se arruga ni derruye bajo las presiones y represiones de los supuestos amigos.
¿A qué se debe esto?
Creo, que aporrea es inquebrantable porque nació del barro de una revolución puesta en marcha por la derrota de un golpe (el de abril 2002) y el empujón de un movimiento social que había comenzado a soñar con democratizar y liberar todo lo existente.
Pero que se quedó a medio camino mas temprano de lo supuesto. Ese es el punto de partida.
Casi todo fue inimaginable, menos una cosa. Tanto las conquistas como sus costos locales e internacionales.
Menos una cosa que era defectuosa desde el comienzo.
La médula del sistema institucional, el poder, estuvo secuestrado por bandidos y trúhanes de la vieja izquierda gastada, desde el primer día de 1999.
Todos los esfuerzos del líder por cambiarlo estaban condenados al fracaso, porque nunca nadie logró cocinar un buen caldo de gallina con una muda de medias viejas, rotas y sucias.
El último y más ambicioso intento fue la fórmula meszariana del Estado Comunal.
Con la misma lógica del caldo de gallina, no podía surgir una transición no capitalista de un Gabinete ya tomado por en buena parte por burguesitos de ultima hora.
Burguesitos que miraban de reojo a los promotores del Estado Comunal y de hecho fue partícipes –voluntarios o no– de la doble conspiración que condujo a la sospechosa muerte del Comandante.
De ellos solo podía salir lo que salió e impera hoy en Miraflores.
Las conquistas, tanto las económico-sociales, como las político-ideológicas y culturales, más lento o rápido fue disolviéndose en los aires pútridos de los bloqueos, las sanciones y campañas sucias y de las capitulaciones paulatinas y silenciosas de la jefatura.
Aporrea sobrevivió a ese tremedal de confusiones, retrocesos y abjuraciones porque siempre se negó a ser del poder.
Su independencia tuvo altos costos y los está pagando. Como la pagan algunas comunas, algunos comuneros y varios sindicatos y dirigentes obreros, además de algunos intelectuales como María Alejandra Díaz, Isaías Rodríguez, Iturriza o Luis Brito entre varios y varias.
Yo creo que la llamada «revolución bolivariana» merece un balance integral de su gesta y sus defectos matrices, como de sus aportes épicos al proceso historico.
Sé que se anda haciendo de manera semi consciente en distintas medidas y modos, pero desarticulado e inconexo.
Lo que hace Elías Jaua desde el Cedes, buena parte de lo escrito por Iturriza y parte de lo que programa Luis Bonilla desde su medio audiovisual, algunos apuntes de Ronald Dénis, además del pequeño libro de investigación sobre la conspiración y muerte de Hugo Chávez, son partículas de ese balance necesario
Falta conectar esos avances en una construcción integral y darle el nombre que corresponde.
Aporrea es parte fundamental de ese balance. Porque logro en poco tiempo y escasísimos recursos materiales, lo que a L’Ordine nuovo , por ejemplo, le llevó mas tiempo en 1921.
Buena parte de los defectos matrices de Aporrea son/fueron consonantes con los que debilitaron al gobierno bolivariano bajo Hugo Chávez: baja profesionalidad, retraso cultural y técnico respecto del enemigo de clase, elementos lumpenes de dispersión, exceso de optimismo sin previsiones teóricas o la juventud de su base social, entre otros.
Pero Aporrea no padeció de las principales patologías políticas del proceso que en gangrenó a una parte de sus dirigentes: el arribismo, la corrupción moral, la ingenuidad de clase, el oportunismo y las ambiciones materiales.
Eso salva a la Página Aporrea de las sombras de una de las experiencias más originales desde la Revolución Cubana en nuestro continente.
*Modesto Emilio Guerrero: Es periodista, escritor y conferencista. Nació en la península de Paraguaná, Venezuela (1955).
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