
| Foto: Mariangel Moro Colmenares
Por Tatuy Televisión Comunistaria
Redacción: Ricardo Vaz*
Las familias productoras de caña de azúcar han empezado una lucha por rescatar el Central Azucarero Santa Elena en Majaguas, municipio Agua Blanca, estado Portuguesa.
En un video difundido por las redes sociales el pasado jueves, campesinas y campesinos anunciaron la ocupación de la planta en rechazo a la gestión de la Corporación Agrologística del Llano.
“Aquí estamos los productores de caña de azúcar retomando nuestros espacios, nuestra central que ha sido destruida. ¡Tenemos una zafra encima, necesitamos que nos den respuesta!” dijo Blondy Sangronis, vocera de la asociación local de familias productoras de caña, que a su vez forma parte de la Confederación Nacional de Cañicultores Bolivarianos de Venezuela (Concaboven).
La Central Santa Elena fue uno de varios activos que pasaron a gestión privada en el 2019 bajo el modelo de “alianzas estratégicas”. En ese momento, el Estado transfirió una serie de empresas a gobernaciones que luego concedieron la gestión a actores privados. En el caso de la azucarera, el ente regional eligió como aliado de la corporación a Generoso Mazzocca, poderoso empresario y terrateniente local.
Hablando con Tatuy Tv, Sangronis señaló que la nueva administración ha generado resultados desastrosos en la central. En el año 2020 procesó apenas 13 mil toneladas de caña, poco más del 10% de las 168 mil procesadas del año anterior, entonces bajo la administración de la empresa estatal CVA Azúcar. Según la página de la corporación, adscrita al Ministerio de Agricultura, la planta tiene una capacidad operativa de 5.600 toneladas diarias (cerca de 2 millones anualmente). El gobierno de Hugo Chávez nacionalizó la central en el 2010 tras una serie de irregularidades.
La vocera indicó que este año no será posible moler la zafra. En algunos casos se llevará la caña a la planta más cercana, a 30 kilómetros de distancia. Sin embargo, la escasez de combustible dificulta el traslado.
La dirigente campesina explicó que el escenario es “crítico y urgente” debido a que cerca de 800 familias en tres municipios (Agua Blanca, Páez y San Rafael de Onoto) vivían de la producción de caña. Desde el traspaso de la unidad productiva a gestión privada, muchas se han visto forzadas a migrar a otros rubros e incluso han tenido que abandonar el país.
Sin embargo, la situación podría cambiar en el futuro cercano. Según Sangronis, el gobierno nacional ha emitido un documento rescindiendo la concesión de la central a la Corporación Agrologística del Llano, pero la gobernación de Rafael Calles no lo ha firmado.
“No entendemos por qué se sigue protegiendo a un empresario que ni siquiera canceló los pagos del año pasado”, denunció. Lamentó también que las autoridades no hayan hecho un inventario de los bienes de la central luego de ser entregada a un administrador privado.
En el caso de Santa Elena, las familias productoras de caña no han sido las únicas afectadas. Al asumir el control, el grupo de Mazzocca despidió a más de 450 trabajadores de Agrícola Yaracuy, un predio adscrito a la central con el propósito de alimentarla. Pese a esto, los trabajadores se han quedado en las tierras, donde están produciendo.
“Los compañeros están en lucha y es necesario darles una respuesta también,” dijo Sangronis, refiriéndose a la regularización de los títulos de tierra.
El modelo de alianza estratégica ha generado varios casos polémicos en los últimos meses. En el estado Portuguesa la empresa Pedro Camejo también pasó a este esquema en detrimento de los pequeños productores. Y en el sector azucarero hay al menos dos centrales más donde organizaciones campesinas y sindicales han denunciado las consecuencias de la gestión privada.
En la central Pío Tamayo, en El Tocuyo (municipio Morán, estado Lara), trabajadoras y trabajadores han organizado jornadas de protesta para exigir que el consorcio Veinca cumpla con sus compromisos laborales. En Cumanacoa (municipio Montes, estado Sucre), las organizaciones locales del poder popular se han sumado al pueblo cañicultor para exigir soluciones ante lo que consideran es una estafa perpetrada por la corporación TecnoAgro.
La lideresa de Majaguas indicó que la confederación de productores se encuentra articulando esfuerzos para exigir respuestas del Ejecutivo y no descarta marchar hasta Caracas. En agosto de este año, el Presidente Nicolás Maduro instó a recuperar la producción azucarera. “Tomemos las medidas que haya que tomar”, dijo en cadena nacional.
“Nosotros seguimos creyendo en el proyecto del Comandante Chávez y confiamos en el gobierno para que se haga justicia”, afirmó Sangronis. Diferentes asociaciones han tenido reuniones en los últimos meses con comisiones de la Asamblea Nacional y de la Vicepresidencia. “Así sea inevitable contar con un inversionista, el pueblo productor debe ser tenido en cuenta. Queremos recuperar la central.”
La vocera hizo un llamado a fortalecer la producción de caña a pequeña y mediana escala. Enfatizó que el sector recibe muy poco apoyo y se ve forzado a competir con azúcar importada.
*Ricardo Vaz: Investigador, periodista y traductor. Forma parte del medio comunitario TatuyTV, del portal informativo Venezuelanalysis y del colectivo Laboratorio Crítico Comunachos. Con su trabajo periodístico ha apoyado organizaciones como la Cooperativa Unidos San Agustín Convive (Venezuela) y la Operación Milagro (Argentina). Ha publicado trabajos en Venezuelanalysis, Tatuy TV e Investig’Action.

Primer informe sobre la “Contribución de las Economías Populares a la soberanía alimentaria”
En la siguiente entrada compartimos el Primer Informe realizado por el Observatorio Venezolano de Economías Populares. Un informe periódico que busca visibilizar y contribuir desde la investigación y el análisis de las economías populares a la Soberanía Agroalimentaria.
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En el primer informe periódico sobre la “Contribución de las Economías Populares a la soberanía alimentaria” se recogen datos de 17 experiencias productivas en el campo popular y comunitario con distintos grados de consolidación y organización, surgidas, la mayoría de ellas, en los últimos años dentro del territorio venezolano.
Desde el Observatorio se ha constatado que la concentración y centralización de capital en la industria alimentaria es una expresión de la crisis estructural del modo de producción capitalista, incrementando sus ganancias con la producción de alimentos, a partir de la explotación de campesinxs, subalimentación y mala alimentación, sin contar un uso cada vez más intensivo de los recursos naturales y la tecnología
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) declaró al año 2014 como el Año Internacional de la Agricultura Familiar (AIAF). Posteriormente, en 2017, se proclamó el Decenio Internacional de Agricultura Familiar 2019-2028, dando de esta forma visibilidad al sector a través de la publicación de cifras que dan cuenta de su importancia mundial.
La agricultura familiar es la forma de organización más extendida en el mundo, con 90% de las formas de producción, produce más del 80% de los alimentos del mundo en términos de valor y es el sector que genera más empleos en el mundo. ¿Cómo ocurre esta situación en nuestro país?
Te pueden interesar algunos datos sobre la contribución en materia alimentaria de estás experiencias de economía popular durante el 2019 en Venezuela:
?189.866 Toneladas de alimentos producidos y distribuidos.
?287.241Familias beneficiadas por las experiencias de economía popular.
?13.943 Productorxs y trabajadprxs de estas economías populares.

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Fuente: Tatuy Televisión Comunistaria

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