
Pasqualina Curcio*
El petróleo ha sido parte de nuestra cultura política y también de nuestra política desde hace por lo menos un siglo. Dicen las malas lenguas que los venezolanos vivimos de la “renta” petrolera, que por eso no trabajamos. Así nos identifican.
Cuando revisamos las cifras encontramos que, desde hace unos 80 años, entre 1940 y 2020, han ingresado 1,3 millones de millones de dólares por exportación de hidrocarburos, algo así como 115 veces lo que necesitaron 18 países de Europa para levantarse tras la II Guerra Mundial. Al contrastarlo con, por ejemplo, la imagen de los barrios en Caracas, inmediatamente surge la pregunta: ¿dónde fue a parar ese dineral? Obviamente no hemos sido los venezolanos de a pie los que hemos “vivido” de los ingresos petroleros.
Repiten algunos, en un discurso para nada ingenuo, que el petróleo es uno de los principales males de los venezolanos. Es el caso que, el problema no es el petróleo, el verdadero problema radica en el uso que le hemos dado a los ingresos petroleros, y en cómo se han repartido dichos ingresos.
Es propicia la ocasión del aniversario del diario del pueblo Últimas Noticias para repasar velozmente la historia de cómo se ha distribuido la “renta” petrolera estos 80 años.
Mitad y Mitad (1940-1975). En tiempos de guerra mundial, Venezuela figuraba como uno de los tres mayores productores de petróleo en el mundo y principal surtidor de EEUU y Reino Unido. Solo en la década de los 40 ingresaron US$ 6.028 millones a nuestro país por exportación de petróleo, la mitad de lo que se invirtió para reconstruir toda Europa. La industria petrolera, en esa época y hasta 1975, estaba formalmente en manos de las empresas privadas extranjeras.
Isaías Medina Angarita aprobó la Ley de Hidrocarburos en 1943 mediante la cual se establecía que las nuevas concesiones para la explotación serían por 40 años además de aumentar las regalías a 16,66% y obligar a las empresas a pagar impuesto sobre la renta, en ese momento, 12% según la ley promulgada en 1942. Luego, en 1948, Rómulo Gallegos aprobó el fifty-fifty, impuesto adicional que obligaba a las empresas privadas extranjeras a repartir con el Estado la mitad de las ganancias por el negocio petrolero.
Entre 1940 y 1975 ingresaron US$ 77.285 millones por exportación petrolera. Algo así como 6 veces el Plan Marshall.
De la “nacionalización” a la privatización (1976-1998). Fue en 1976 cuando se “nacionalizó” la industria petrolera. En 1983 se vencerían las últimas concesiones otorgadas en el 43 y el Estado pasaría a ser propietario de toda la infraestructura de la industria sin estar obligado a dar ninguna compensación según la Ley de Reversión de 1971. Las empresas extranjeras prefirieron adelantar 8 años la expiración de las concesiones a cambio de indemnización: el Estado les dio US$ 4.300 millones y el privilegio de pasar a ser “filiales” de la recién creada Pdvsa.
Enmarcada en la “nacionalización”, paradójicamente en 1992 inició la privatización de la industria con el eufemismo de la apertura petrolera que con distintas figuras (convenios operativos, asociaciones estratégicas, acciones privilegiadas, ganancias compartidas y empresas mixtas) redujo la participación del Estado en el negocio petrolero. Disminuyeron las regalías a 1% y la presión tributaria de 50% a 34% implicando un retroceso a tiempos previos al año 43, incluso disminuyó la participación accionaria del Estado a través de las denominadas empresas mixtas y hasta derecho a veto en las decisiones les confirieron a las empresas privadas extranjeras. La excusa para la flexibilización y privatización en ese momento fue la necesidad de atraer inversiones extranjeras para “rescatar” la industria petrolera. Siempre el mismo cuento.
Entre 1976 y 1998 ingresaron divisas al país por el orden de los US$ 290.132 millones por exportación de petróleo, esta vez, a diferencia de antes del 76, por la vía del Estado. Así como ingresaron se fugaron. El sector privado recibió del Estado, a tasa de cambio subsidiada US$ 214.262 millones, 74% de lo que ingresó por petróleo. Aunque este sector privado solo invirtió US$ 17.200, repartió US$ 30.192 millones, sin contar eventuales sobrefacturaciones y la disminución de la presión tributaria.
El petróleo es del pueblo (1999-2013)
Durante el gobierno de Chávez se inició la reversión de la privatización con la aprobación de la Constitución de 1999 y de la Ley Orgánica de Hidrocarburos en 2001, principal detonante del golpe de Estado en 2002. En la Constitución se da al Estado pleno dominio de la actividad petrolera y la totalidad de las acciones de Pdvsa, por su parte, en la mencionada ley se restituyeron las regalías, ahora de 30%. Simultáneamente, Chávez estableció en 2003 un sistema de control de la administración de las divisas para evitar la fuga de los recursos que ingresaban por exportación petrolera.
Entre 1999 y 2013 ingresaron US$ 856.140 millones por exportación de petróleo. Al sector privado se le asignaron, a tasa preferencial, US$ 387.940 millones, 45% de esos ingresos. Aunque en términos absolutos recibieron muchísimas más divisas que antes de 1999, en términos relativos la cantidad asignada fue 29 puntos porcentuales menor. 55% de las divisas que no fueronal sector privado, permitieron aumentar 380% la inversión pública necesaria para la reactivación de la producción nacional que aumentó 57% entre 1999 y 2013, además del financiamiento de las misiones que, entre otras políticas, incidieron en la reducción de 60% de la pobreza.
Los grandes capitales transnacionales, a pesar del control de administración de divisas, se apropiaron, entre 1999 y 2013, de US$ 342.805 millones provenientes de los ingresos petroleros, por la vía de la sobrefacturación de importaciones (US$ 277.922 millones) y la repatriación de ganancias (US$ 64.883 millones). Esos años solo invirtieron US$ 37.784 millones.
Guerra económica (2014-2021). Tras la desaparición física del comandante Chávez, el imperialismo arremetió contra el pueblo venezolano, siendo la industria petrolera un objetivo estratégico de la guerra económica. Entre 2014 y 2016 fue afectada por la caída de 65% de los precios del petróleo. En 2017 inició un bloqueo formal contra Pdvsa que implicó la reducción en 82% su producción.

Los ingresos por exportaciones petroleras entre 2014 y 2019 ascendieron a US$ 194.116 millones. No tenemos cifras de la asignación de divisas al sector privado, pero sabemos que, en plena guerra económica, repatriaron US$ US$ 37.426 millones entre 2014 y 2018.
Hoy, las reservas internacionales en Venezuela son apenas US$ 6.206 millones, luego de haber tenido ingresos petroleros de US$ 1.368.434 millones los últimos 80 años. Alrededor de US$ 498.617 millones (nominales) reposan en paraísos fiscales no precisamente en las cuentas bancarias de los venezolanos de a pie.
Se escucha que la actual Asamblea Nacional reformará la Ley Orgánica de Hidrocarburos aprobada por Chávez. Esperamos que, siguiendo su legado, sea para garantizar la soberanía plena sobre nuestro petróleo y los ingresos que éste genera. Esperamos que no sea una reforma que, con el mismo cuento de la necesaria y urgente inversión privada extranjera, nos retrotraiga a los años 40 del siglo pasado, ni a la “apertura petrolera” de los oscuros tiempos neoliberales de la Cuarta República.
*Pasqualina Curcio: venezolana, profesora titular de la Universidad Simón Bolívar (USB). .Profesora invitada en distintas universidades.
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Entrevista / Pasqualina Curcio Curcio: Moneda nacional se ha depreciado en 3,1 billones por ciento desde 2012
Por Juan Carlos Pérez Durán
? Fotos Vladimir Méndez
La economista y catedrática universitaria asevera que el ataque a nuestra economía y al bolívar ha generado la megainflación que aqueja al país
Una nueva reconversión monetaria se viene dentro de dos semanas, y a partir del primero de octubre, a la escala monetaria actual se le sustraerán seis ceros a la derecha y la denominación de nuestra moneda pasará a ser Bolívar Digital; es una manera de buscar un menor manejo del dinero en los sistemas contables, que por el ataque a nuestra moneda se ha vuelto inmanejable ante la gran cantidad de ceros que en la actualidad tiene el valor y el precio de los bienes y servicios ante la depreciación sufrida por el Bolívar Soberano.
Para buscar una mejor explicación a las razones por las cuales el Gobierno Bolivariano ha tomado esta decisión, en Ciudad Caracas recibimos la visita de una economista de dilatada trayectoria, docente universitaria, articulista y escritora de varios libros, entre los que destacan: La Mano Visible del Mercado. Guerra Económica en Venezuela y Teoría General de los precios, salario, la producción y el dinero en Guerra Económica. Se trata de Pasqualina Curcio Curcio, que llegó muy puntual a la Cita con la Actualidad en la redacción de nuestro periódico, y muy cortésmente y con su voz muy pausada se sentó a conversar con nosotros sobre esta nueva reconversión que viviremos las y los venezolanos a partir del primer día del último trimestre del año.
— ¿Qué debe hacer el gobierno para proteger esta nueva reconversión, y en especial el poder adquisitivo de las trabajadoras y los trabajadores venezolanos, de los hogares y de la familia venezolana?
—La reconversión monetaria no es otra cosa que una nueva expresión monetaria, una nueva escala monetaria. Es decir, el Estado que tiene un poder, como Estado, y dice que a partir del primero de octubre se le quitan seis ceros a la derecha a todas las expresiones monetarias; precios, salarios, incluso lo que usted tiene en su cuenta bancaria, todo va a amanecer el primero de octubre sin seis ceros a la derecha, incluyendo la cantidad de dinero que circula en la economía, que si son billones de bolívares aparecerán sin seis ceros a la derecha. Y eso lo puede hacer el Estado con el poder que tiene de fijar una nueva escala monetaria, y las escalas monetarias son aquí y en cualquier parte del mundo arbitrarias, son por convención, y en este momento la convención es que no nos podemos manejar con tantos ceros a la derecha, las calculadoras no dan para tantos ceros, los puntos de venta no dan para tantos ceros, entonces vamos a tener una nueva escala.
¿Y cuál es la nueva escala? Que lo que ahora es un millón va a pasar a ser uno, pero eso no significa que los valores en la economía hayan variado de un día para otro, los valores son los mismos; tú podrás intercambiar los mismos bienes que intercambiabas el 30 de septiembre porque su valor es el mismo, un kilo de arroz por un kilo de harina, tu salario va a tener el mismo valor, mucho o poco pero va a tener el mismo valor, lo único que con una nueva expresión.
El Bolívar se ha depreciado 3,1 billones por ciento desde el 2012
La docente universitaria explica que se ha llegado a esta nueva reconversión monetaria por el acelerado incremento de todos o casi todos los precios de los bienes y servicios, así como de las mercancías, desde el año 2018, cuando hubo una reconversión monetaria y se le quitaron cinco ceros a nuestra expresión monetaria, ya que a partir de esta época siguieron aumentando todos los precios, menos el de la principal mercancía que es el salario de las y los trabajadores, la fuerza de trabajo, que no ha aumentado en la misma proporción que el resto de los precios.
“El hecho de que todos los precios de la economía se hayan incrementado en grandes proporciones llevó al Estado al cambio de la expresión monetaria, un cambio de la expresión monetaria que no debería tener ningún efecto ni al alza ni a la baja de los precios, es solo un tema de Estado, porque a todas las expresiones monetarias se le van a quitar los seis ceros, no debería haber distorsión en la economía. Decir que va a haber inflación a partir del primero de octubre, no; y deflación, que bajen los precios, tampoco, es solo un tema de Estado”.
Curcio deja claro que la guerra económica y el ataque a nuestra moneda ha generado un desproporcionado incremento de los precios de bienes y servicios, y no es por la razón que arguyen algunos economistas y teóricos de la derecha, como es el de la escasez de productos o el de la emisión de dinero inorgánico; es decir, que el gobierno ha sacado, de manera irresponsable, más dinero a la calle para que la gente gaste, generando un incremento de los precios porque la gente gasta más.
“Eso no es cierto, ni teóricamente ni con los mismos números que emite el Banco Central de Venezuela (BCV), que reflejan que desde el 2012 al 2018 cayó el consumo de los hogares venezolanos en 50%”; es decir, que la familia venezolana está consumiendo la mitad de hace casi diez años, acota Curcio, y añade que tampoco es que el gobierno está gastando más dinero, lo que implica que no hay incremento del gasto público, que más bien se ha visto reducido en 32%.
La catedrática manifiesta que de igual manera la demanda agregada ha caído desde el 2012 al 2018 en 62%; por lo cual, por los números reflejados por el BCV, se puede inferir que los precios se han incrementado por la depreciación del bolívar, que ha sido, desde el año 2012, 3,1 billones por ciento, y la causa es sabida por todos: el ataque a la moneda y a nuestra economía.
“Que la moneda de un país en 7 u 8 años se haya depreciado en 3,1 billones %, hay que verle la cara. Ahora, la otra pregunta es, ¿por qué se depreció? Y cuando uno va a buscar económicamente no se consigue respuesta, porque ciertamente cayeron las reservas internacionales y el precio del petróleo, pero no da para explicar que la moneda se haya depreciado 3,1 billones por ciento. Entonces, cuando vamos a ver hay un comportamiento del tipo de cambio que no es normal, económicamente, sino que es más bien político y es de guerra, independiente de lo que está sucediendo en la economía, está siendo inducido por una manipulación política, en el marco de una guerra no convencional y multidimensional, y una de las dimensiones es la economía”, recalca Curcio.
Indexación de la economía: arma para neutralizar ataque a la moneda
La economista precisa que el manejo del precio del tipo de cambio se hace a través de portales web como Dólar Today, que generan un efecto sicológico en la población y tratan de generar desesperación en el pueblo, que se ve imposibilitado de adquirir los bienes necesarios ante la estrepitosa caída de su poder adquisitivo, y por consiguiente, una desestabilización social y política.
Curcio explica que esto ha ocurrido porque en la economía venezolana ha estado jugando papel importante un cuarto factor, cuando por lo regular son tres: comprador, vendedor y el Estado. Este cuarto elemento es el imperio yanqui, que en procura de dar al traste con la Revolución Bolivariana ha usado todos los medios para atacarla, como es el caso de los portales web antes mencionados, que funcionan en territorio estadounidense y que reciben todo el apoyo de los gobiernos gringos.
“Al imperialismo no le importa la inflación, no le importa el tipo de cambio, sino el poder adquisitivo; entonces, ese es el principal objetivo y ese es el que hay que neutralizar”, acota la también escritora y articulista.
— Usted dice que el Estado venezolano tiene el poder para quitar esas seis ceros a la moneda, pero esos portales web también tienen poder para quitar y poner ceros. En esa lucha, cómo hace el Estado, que tiene poder para crear una nueva escala, para enfrentar al otro poder, en este caso una página como Dólar Today, que tiene poder para bajar y subir el dólar. Entonces, ¿el único poder que tiene el Estado es para quitar los ceros?
—No, tiene otros que se los otorga la Constitución, donde se señala que el Estado tiene el rol de la competencia de la política monetaria. El Estado tiene el poder para evitar los efectos del ataque al Bolívar.
Qué debería hacer el Estado para evitar que, cuando nos pongan ceros a la derecha, aunque estén los ceros, no nos deterioren el salario, el poder adquisitivo, que es lo que ellos tienen como objetivo final. Es decir, cómo hace el Estado para neutralizar el efecto del ataque al bolívar, que no es igual que derrotar el arma del ataque al bolívar, que eso puede ser otra política; pero cómo hago, yo como Estado, para aminorarla, porque tú me estás poniendo ceros a la derecha en todos los precios menos en los salarios y el presupuesto, entonces, qué hago como Estado, y es ahí donde entra la propuesta de la indexación de la economía.
La propuesta de la indexación de la economía, no del salario, es neutralizar el efecto que tiene el hecho de que nos manipulan el tipo de cambio todos los días. ¿Cómo? Bueno, tú me aumentaste el tipo de cambio y eso implica que automáticamente se incrementen los precios de los bienes y servicios; entonces, yo también aumento automáticamente el salario nominal y aumento automáticamente el presupuesto público, que también se rige por una ley. Que luego vamos a volver a tener más ceros a la derecha, sí, y vendrá de nuevo el Estado, con todo su poder, y le volverá a quitar los ceros.
La docente universitaria asevera que es un enfrentamiento de poderes importantes y recalca que el Estado tiene el poder para neutralizar el ataque con una indexación económica, que ayudará a confrontar al enemigo, que es el imperio yanqui y la derecha venezolana, en una guerra económica.
— El gobierno se ha aferrado a un argumento de que si no hay aumento de la producción no puede haber indexación salarial.
—La propuesta de la indexación de la economía incluye la indexación salarial. Lo que nosotros estamos diciendo es que con indexación salarial solo, no se resuelve el problema, porque necesitas aumentar la cantidad de bolívares en función de la nueva escala; es decir, necesitas indexar la cantidad de bolívares, indexar el presupuesto público, todas las expresiones monetarias tienen que referenciarse a esas manipulaciones del tipo de cambio a través de una unidad de cuenta que puede ser el Petro.
Curcio precisa que el tema de que primero es necesario producir para aumentar los salarios, termina siendo una trampa teórica en todo lo que está ocurriendo, y lo primero que debe hacer el Estado es reconocer que la inflación que aqueja a las y los venezolanos es producto de un ataque a nuestra moneda y de una depreciación inducida al valor de ésta.
La economista explicó que si solo se incrementa la producción y los salarios permanecen inertes, esta producción pudiera perderse, ya que las y los trabajadores no tienen el poder adquisitivo para adquirirla; por lo que no le quedará al productor sino exportar lo que ha manufacturado para generar divisas.
— Pero igual se hace necesario aumentar la producción y diversificar la exportación de productos, es decir, que solo dejemos de exportar petróleo.
—Venezuela no es un país monoproductor, y los números qué te dicen, que Venezuela desde 1976, cuando se nacionalizó la industria petrolera, de todo lo que se produce solo el 15% es producción petrolera, el otro 85% es producción no petrolera. Y qué hay en ese 85%, producción agrícola, producción ganadera, manufactura, construcción, servicios, electricidad, salud, educación, entre otros. Lo que si somos es monoexportador, es decir, exportamos practicamente petróleo y de paso lo hace el Estado, ese que los capitales llaman ineficiente y capta el 95% de las divisas que entran al país.
Se hace necesario diversificar la exportación para no seguir siendo vulnerables ante los cambios en el mercado petrolero, y por consiguiente se hace imprescindible incrementar la producción de otros rubros.
Zonas Económicas Especiales
Con respecto a las Zonas Económicas Especiales, la economista señala que tiene varias observaciones, ya que es necesario acotar que su ejecución y puesta en marcha no puede menoscabar los derechos laborales que ha logrado el sector obrero y trabajador de Venezuela.
“Las zonas económicas especiales buscan estimular a los grandes capitales extranjeros para la exportación. Pero ¿qué opino en el caso de Venezuela en las zonas económicas especiales? La primera pregunta que uno se hace es por qué vendría un capital de afuera; vendría buscando ganancias y ¿de dónde sacan las ganancias? de menores salarios”.
Curcio recuerda que nuestra Carta Magna, así como la Ley Orgánica del Proceso Social del Trabajo, Trabajadoras y Trabajadores (LOTTT), garantizan los derechos del sector laboral venezolano, por lo que no se puede flexibilizar los salarios y beneficios de los obreros.
“Hemos propuesto que quede por escrito en la Ley de Zonas Económicas Especiales que los derechos laborales quedarán protegidos y que en ningún aspecto serán flexibilizados”.
De igual manera, precisa que las Zonas Económicas Especiales no pueden socavar la integridad territorial ni la soberanía del Estado sobre el territorio nacional.
BiografíaMínima:
Pasqualina Curcio Curcio es egresada de la Universidad Central de Venezuela (1992) y es docente titular en la Universidad Simón Bolívar (USB) con maestría en políticas públicas en el Instituto de Estudios Superiores de Administración, doctorado en Ciencias Políticas en la USB y estudios postdoctorales en Seguridad y Defensa de la Nación en la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela. Ha sido profesora invitada en distintas universidades, es articulista en medios de circulación nacional y autora de varios libros, entre los que destacan: La Mano Visible del Mercado, Hiperinflación. Arma Imperial y Teoría General de los Precios, Salario, Producción y el Dinero en Guerra Económica.
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