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Colombia-Dossier: Mujeres que luchan: las madres que defienden la vida en la primera línea/ Del desprecio a la primavera

31 de mayo de 2021 por tali Leave a Comment

may, CI.- El Portal Resistencia ha sido el escenario de organización de distintos sectores sociales, personas y familias enteras que en su cotidianidad tenían pocos espacios para organizar sentires y necesidades comunes. El 12 de mayo un grupo de mamás que se han movilizado desde el 28 de abril decidieron unirse para crear la primera línea de mamás en Bogotá. Se trata de un acto simbólico pero también de aguante y organización en el que su bandera principal es: “No parimos hijos para la guerra”.

Colombia Informa conversó con Johana, una madre cabeza de familia que reside cerca al Portal Resistencia, antiguo Portal Américas, ubicado en el sur de la ciudad. Johana, como miles de colombianos sintió la necesidad de movilizarse desde hace un mes, al inicio del Paro Nacional.

“Salíamos a marchar desde el 28 de abril desde el Parque Nacional hasta la Plaza de Bolívar. Todos los días acompañando a la gente, a los jóvenes, nos mirábamos y éramos las mismas compañeras. (…) Un día dijimos: hagamos algo, creemos la primera línea de mamás.», cuenta.

Esta iniciativa empezó como algo simbólico, pero tomó fuerza y empezó a radicalizar las acciones que, como nuevas guardianas comunitarias, están asumiendo. Así, siete madres se reunieron con el objetivo de pensar cómo contribuir a la manifestación social desde sus roles. Según Johana “nosotras no pensamos que fuera a causar tanto impacto a nivel nacional e internacional. Para nosotras es más algo de responsabilidad. (…) Nosotras somos la representación de las mujeres colombianas, de las mamás cabezas de familia”.

Su mensaje es claro: decir a todos los colombianos y al mundo entero que, muy contrario a lo que ha insistido el Gobierno Nacional y los grandes medios corporativos con sus discursos que criminalizan la protesta social, en las calles se respira humanidad y se teje comunidad. “Los que están en la calle no son vándalos, somos mamás y personas del común que estamos cansados de tanto atropello del Gobierno. Sobre todo, estamos acá defendiendo la vida», asegura ella.

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La consigna no cambia; ¡Vida digna, nada menos!

Debido a la brutalidad policial, los riesgos de salir a la calle son inminentes. Así, Johana y las otras seis mamás que lideran este proceso son conscientes del peligro que implica estar en la movilización. Sin embargo, la valentía de estas madres no tiene límites.

“Nosotras exigimos el derecho a la salud, a la educación, a un trabajo digno», dicen. Ellas, así como las miles de mamás alrededor del mundo que lideran la primera línea de cuidado en el hogar, representan también la cifra más alta en desempleo, de ocupación informal y cuentan con precarias condiciones laborales. “Si no nos va a matar el COVID, nos va a matar el hambre, y ahora también nos va a seguir matando el Estado”, asegura Johana.

Las madres, abuelas y hermanas; las mujeres que históricamente han asumido roles de jefatura en los hogares. Hoy, en marco del Paro Nacional, también salen a exigir condiciones dignas de vida para ellas, pero sobre todo para sus hijos, hijas y nietos; para los jóvenes que en la calle han asumido la batuta de construir un país más justo y equitativo para ellos y para las madres que lloran a sus hijos muertos y desaparecidos por el Terrorismo de Estado.

Hoy las madres también se organizan, luchan y resisten en las calles.

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Fuente. Colombia Informa

Colombia Informa
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Del desprecio a la primavera

ALEJANDRO MANTILLA Q. *

Del desprecio a la primavera

El fracaso de la moción de censura a Molano no solo refleja el desconocimiento de la noción de responsabilidad política. Ni siquiera se trata de otro gesto de impunidad.

Es algo más profundo, es la confirmación de la sociedad del desprecio.

Las camisas blancas, las camionetas blancas, los gases, el Venom, coinciden en un punto: unos ciudadanos de primera, tienen plenos derechos. Pero también están los ciudadanos de segunda, que pueden ser asesinados, golpeados, mutilados, desaparecidos, víctimas de abuso sexual.

¿Qué pasó con Javier Ordóñez? ¿Qué pasó con las 14 personas asesinadas en Bogotá el 9-S? ¿Por qué mataron a Juliana Giraldo? ¿Por qué le dispararon a Daniela Soto y a diez indígenas más? ¿Por qué no pasó nada tras la masacre en la Modelo? ¿Por qué mataron a Dilan Cruz?

Vándalos, presos, indígenas, mujeres trans, sindicalistas… personas de segunda que no hacemos parte de la “gente de bien”.

Así que la fuerza pública está autorizada a hacernos daño, o a mirar para otro lado si aparecen “civiles” que quieren hacernos daño.

Por eso la mayoría de congresistas, que son a la vez voceros e integrantes de la “gente de bien”, respaldan al ministro que hace el trabajo de ordenar ese despliegue de fuerza, en ese torrente de desprecio.

Porque para la gente de bien, los indígenas deben estar en sus resguardos, los trabajadores no deben sindicalizarse, los jóvenes no deben protestar, los varones tienen que ser varones, las mujeres afro deben ser las empleadas del servicio de los blancos…

Porque si exigimos los derechos y las garantías que tienen los ciudadanos de primera, entonces lo queremos todo regalado.

¿Lo queremos todo regalado? Sumercé, si no trabajamos no comemos, si queremos estudiar nos toca endeudarnos…

Porque en una sociedad del desprecio, quienes no somos parte de la “gente de bien” no tenemos derechos, o mejor, no tenemos derecho a tener derechos.

Por eso nos pueden matar con impunidad. Por eso premian al funcionario público que ordenó esa exhibición extrema de brutalidad.

En Italia decían que Palmiro Togliatti le había enseñado a los trabajadores a no quitarse la gorra al paso del patrón. En Colombia no tuvimos un Togliatti, porque a nuestros Togliatti los mataron.

Pero en el Portal de la Resistencia, en el Puente de las mil luchas, en el monumento a los Héroes, o en Puerto Resistencia, hoy no le hacen venía alguna a los “ciudadanos de bien”.

Porque en Colombia no hay estaciones, pero está llegando la primavera.

*ALEJANDRO MANTILLA Q.:Licenciado en Filosofía. Integrante del Comité editorial de la Revista La Siniestra y del Colectivo La Creciente 

Fuente: La Nueva Prensa

Filed Under: Internacional, Mujeres/género e imigrantes, Opiniones y debates

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