
Hemos decidido crear un especio dedicado a la cultura en nuestra página, para publicar los días jueves, en él, cuentos, poesía, historietas, relatos, temas musicales, videos, humor, películas y lecturas que no necesariamente estén relacionadas con el mundo político, económico y social, si no que sea otra manera de continuar la lucha política a través de la cultura.
Esta iniciativa surge ante la necesidad de que sectores, personas, organizaciones culturales, artistas, escritores, cultores, pintores y cantores populares o simplemente, de tod@s aquell@s Ciudadan@s que con sus aptitudes y cualidades artísticas, se dedican a desarrollar la actividad cultural individualmente, en su barrio, o comunidad, y/o no tienen acceso a medios de difusión y publicación de sus trabajos, encuentren una ventana abierta en esta página, que les permita exponer y difundir su creación.
Con mucha satisfacción inauguramos este espacio con una publicación de José Antonio Zambrano Zabala*, titulado: «Te Quiero Pueblo mío Desde el corazón, TooQuyYo de la Costa». Son cuentos, relatos y poesía, referidos o ocurridos en distintos pueblos que rodean las costa de nuestro mar Caribe del Estado Falcón, Venezuela. Son recopilaciones terminada de organizar ahora, en Abril 2021. (Nota del Consejo de Editor de Insisto Resisto.org)
NO ES SOLAMENTE QUE YO TE QUIERA.
PUEBLO MIO…
ES QUE NOS QUEREMOS
Porque te lo he dicho tantas veces
Porque lo he mirado en ti de tantas formas.
Porque nuestro amor se extiende hacia tu brisa y el azul de tu inmenso cielo.
Hacia el padre río
Hacia Tacarigua, Játira, el Jóngo, los esteros
Hasta tus niños alegres; tan despiertos. Y tus viejos sabios; de mil cuentos.
Hacia nuestras mujeres; las flores y tus tantos frutos.
Es inmenso el orgullo de haber existido en tu suelo.
De haber sentido la bruma y el frío de tus madrugadas
Los destellos dorados de tus atardeceres.
Y el calorcito sabroso de tus tardes
No hay palabras que me llenen… que te llenen.
Pero aquí te las dejo:
TE QUIERO PUEBLO MIO

Contenido:
Mi pueblo
El farolúo
La sirena
El negrito
En el umbral
Zábila
El curandero
El cazador de lluvias
El encanto.
Mi río y Cuando te beso.
Mi Abuela
Carta a un pueblo
Mi Pueblo
Mi pueblo nació como nacen los pájaros.
Como nacen las flores de la sabana.
Como nacen las aguas y el viento.
Como nacen las mañanas al despertar del sol.
El hombre detuvo su andar.
Y con los pájaros, como los pájaros.
Hizo su nido un día entre esos montes.
Y creció en comunión de sus seres queridos.
Rodeado de albahacas, cedros y guayacanes.
Lo arrullaba la brisa de la playa.
El hablar silvestre.
El río hizo un recodo para admirar su obra.
La vida complacida lo saludaba alegre.
¿Cómo pueden pensar la fundación de un pueblo?
¿Aquí?
¿Qué razón desmedida pudo llegar a eso?
Si ellos son como rocas que se yerguen del suelo.
Envueltos por la luz de este espléndido cielo.
Si son como una madre que quiere sin recelos.
Y acompaña a sus hijos y los llama a su seno.
Y él guarda la esperanza que nace cual retoño.
Viva.
De cardones y rosas. De risas y canciones.
De la fuerza que brota del sueño de cien años.
Para buscar caminos, sus caminos truncados.
No pensados, paridos.
Paridos por el tiempo.
Mi pueblo nació como nacen los pájaros.
Punto.
El Farolúo (2010)
Se recabaron informaciones en varias parte de las zona de la Costa Oriental de Falcón; desde Morrocoy,Tibana, Chichiriviche, Flamenco, Tocuyo de la Costa, Boca de Tocuyo, Boca de Mangle, SanJuan de los Cayos, Los Boquerones, Chivare, Marite, Blanquillo, Sanare y El Alto.
En cada uno de estos pueblos se obtuvo información por contacto directo con personas
involucradas en las visiones que al parecer se dan, específicamente, en la zona de la playa del mar
y sus cercanías; en los salitrales, salinas y humedales.
ESTE ES UNO DE LOS CUENTOS MAS DIFUNDIDOS EN LA REGIÓN Y PARA DARLE
MAYOR REALIDAD, SE PRESENTAN LOS RELATOS ORIGINARIOS EN CADA PUEBLO.
En forma general podemos decir que El Farolúo, aparece como una luz que tiene
voluntad; un espanto, un espíritu, un fantasma que mira, oye y entiende lo que sucede
a su alrededor. Adopta cualquier forma o fenómeno; o sea que puede transformarse
en cualquier cosa: luces que te acompañan de diferentes colores y tamaños, a veces
con claridades que encandilan. Carro que corre, suena y alumbra con sus dos faros,
perro que camina a tu lado y que aumenta de tamaño, brisa suave o violenta que hace
caer las matas, sonidos fuertes que aturden, borbollones grandes de agua que brotan
desde las profundidades, pez enorme, deforme y fuerte que se lleva las tarrayas. Tuve
que descartar narraciones sobre duendes, brujas, apariciones, entierros y cuentos de
muertos que brotaron en forma espontánea.
Muchos refieren que en estos días ya no se aparece (2010), pero otras personas dicen haberlo visto “la semana pasada”. Según los relatos; la luz que deja ver nuestro fantasma va desde el color amarillo, al rojizo. La mayoría cuenta que lo ha visto en las salinas, en los esteros de Cuare. Cuando están pescando se les aparece dentro de la tarraya; alumbrando debajo del agua, o que la lucecita se monta en la punta de la canoa. En las noches, los pescadores oyen los sonidos de alguien bogando a su lado; pescando, tarrayando, pero no se ve a nadie. O los acompaña desde lejos alumbrando arriba, sobre el copito de los manglares, o entre el ramaje.
Antes salía mucho en el camino viejo del Tocuyo a Chichiriviche. En el camino hacia Blanquillo; en
Quiriberia. Los de Cuare; en Tibana dicen que los acompañaba a pescar. Los del Tocuyo lo veían en el mismo pueblo, y hasta dentro de las casas. Cambia de nombre; desde el Farolúo, el Tarrayador, El Hachador y el Tirano Aguirre; tratándose, tal vez, de la misma luz, del mismo fenómeno o personaje. Toda esta información que narran estas personas es de muchísima importancia para la estabilidad psicosocial de nuestros pueblos; son la gran base sobre las que se asienta una comunidad.
Dan identidad y arraigo a nuestras propias creaciones o existencias mágicas o fantásticas que en verdad no sabemos descifrar; pero que están allí. El hombre con todo su adelanto tecnológico no conoce sus verdaderas potencialidades; no conoce sus propias capacidades, así que a lo mejor hay otras existencias, otros sentidos, otras dimensiones y habría que estar ojo pelao con todo esto.
LOS SIGUIENTES RELATOS FUERON RECABADOS EN MARZO DEL AÑO 2010.
Se incluye la fecha de nacimiento del narrador como referencia para dar una idea de la época de la visión.
LOS BOQUERONES:
1- El señor Nicolás Gómez (1951) refiere que en el año 2005, en el lugar llamado Ventura, en La
Boquita, muy cerca de la playa, una noche, él venía de recoger cangrejos hacia su casa en Los
Boquerones. Cuando desde una lomita, él mira para abajo y como a 50 metros de distancia, ve una luz como de una ambulancia que giraba. Era de color amarillo; una sola luz. Duró un rato viéndola y volteó a ver el camino por donde tenía que pasar y cuando se volvió a fijar, la luz ya no estaba. No le dio miedo. Le cuentan que la luz camina y que se va poniendo chiquitica a medida que se va elevando.
2- Otra vez lo vio aquí mismo, en los Boquerones, en la sabana, al otro lado de la carretera, donde
llaman mata redonda. Alumbraba toda una mata arriba. La luz no era tan intensa, no se movía.
3-La señora Villa Gómez, de aquí mismo, de Los Boquerones refiere que andaba recogiendo cangrejos en la noche, en el manglar de la boca. De repente, se iluminó el manglar por completo que quedó como de día.
4- La señora María de la Cruz Gómez de 90 años de edad dice que vio esa luz en Ventura, un pueblito a orillas de la playa que ya desapareció. La luz rojiza salía de 7 a 8, casi todas las noches, todos la veían, iba de un lado a otro como un carro y luego se consumía. Siempre salía en la playa.
SAN JUAN DE LOS CAYOS
1- El señor Aureliano Vertedral (Yeyo), nacido en Potrerito (28-02-43); hoy La Villa. Iba para el
conuco con su papá, montados en el burro como a las 5 de la mañana. Pasaron la sabana de Potrerito y en el sitio llamado Miraca, después de pasar una franja de monte llegaron a otra sabana y vio una luz amarilla arriba en la montaña, la vio en una parte y de repente la misma luz aparecía en otra parte distanciada varios kilómetros. Desde el anca del burro le preguntó al papá: “¿Papa esa es la luz del Farolúo? Y el contestó: No hijo, esa es la luz de un carro. ¿Un carro en la montaña? Siguió él preguntando y el papa no dijo mas nada. La luz era como del tamaño de la luna llena.
2- Aureliano también cuenta que una vez un señor viene desde Boca de Mangle a pescar en la Salina de San Juan. Como a las nueve de la noche comienza a tarrayar, no había más nadie. Al rato siente y ve una silueta que está tarrayando como a 15 metros. Lo grita y el hombre no contesta, pero siente que en la tarraya del otro hay mucho pescao, y él no sacaba nada. Se asustó mucho y pensó que era el Tarrayador; el nombre que le dan a un fantasma que sale en la salina. Agarró vía Boca de Mangle, caminó y caminó y no llegaba a ninguna parte. Se regresó hacia San Juan y tampoco llegaba a ninguna parte. Se sintió perdido y como a las seis de la mañana lo consiguieron sus hermanos que lo habían ido a buscar, preocupados porque no había llegado.
- El mismo Aureliano cuenta que también sale El Hachador en la parte de atrás de La Salina, llamada El Manglar, donde hay bastante matas de mangle derechitas. Allí, algunas noches se oye a una persona echando hacha y se oye también cuando la mata cae.
También se dice que mucha gente ha visto una bola de fuego grande que pasa rápidamente sobre la salina de San Juan y después se apaga. - BOCA DE MANGLE:
1- El señor Ramón Martínez nacido en 1924 cuenta que en los años de 1938, los muchachos del pueblo acostumbraban a ir todas las noches a ver pasar el Farolúo. La luz venía por la orilla de la playa desde Boca de Tocuyo, pasaba lentamente hasta que desaparecía vía hacia San Juan. Una sola luz como la de un carro. Cambiaba de brillo. Tenía su hora de pasar. Eso era todas las noches, como a las 7 y media. Cuando venía por Boca de Tocuyo, uno decía: Allá viene El Farolúo. Dicen que era un alma que andaba penando
LA VILLA DEL ROSARIO.
1- El señor Guadalupe Rivero (12-12-1927) y la señora Ana de Rivero (1933) cuentan que en los años 50 una luz salía todos los días en el mismo sitio, hacia Comunarín. Era una luz amarilla que salía bajitico e iba subiendo lentamente hasta que desaparece.
BOCA DE TOCUYO
1-El señor Rafael Guzmán nacido el 26 de Abril de 1923, en los años 30 vio una luz amarillenta que venía desde Bachacal hacia El Manzanillo, del otro lado del río Tocuyo. La luz estaba como a tres metros de altura. La luz andaba sobre un peladero y cuando llegó al monte se apa
2-Guzmán también la vio en el mar, por sobre las olas. Era una luz que pasaba de un lado a otro. La vio
TOCUYO DE LA COSTA - 3-Cilverio Valdemar Quevedo. 1943. (Bello, el barbero del pueblo) cuenta que viniendo de Boca de Tocuyo, como a las once y media de la noche, llegando a una curva del río, ve como si se estuviera incendiando el monte, a la orilla del camino. La brisa hacía como si se levantaran chispas. Arriba de las llamas ve que se mueve algo como un tizón, de un lado a otro. Cerca de allí estaba una bomba de agua y pensó avisarle al dueño porque se le iba a quemar, pero era muy tarde en la noche y no lo hizo. En esa época estaban construyendo el liceo y pensó que estaban quemando por ahí. El se quedó con la duda de la visión, porque pasándole cerca no sintió el calor de las llamas. Al otro día volvió a mirar el sitio cerca de la bomba y no se veía nada quemado.
4- Freddy Quevedo Dumont refiere que su papá le contó que él había visto muchas veces el Farolúo, pero que una vez no lo dejaba pescar, antes de que cayera la tarralla, alumbraba dentro del agua y los peces se espantaban. Se vino pal pueblo, pero el Farolúo lo siguió hasta su casa. Entrando a la sala sintió un escalofrío que nunca había sentido. Freddy refiere también que cuando jopeaban al Farolúo, éste se enfurecía, si estaba lejos se aparecía de repente aquí mismito. Asustaba a la gente con ruidos raros y fuertes - 5-El compadre Cástulo Riera (1927) cuenta que una noche, viniendo para el Tocuyo, que estaban tocando en Potrerito (actual población de La Villa), en los años 60, la lámpara de gasolina que traían se les explota. Al poco rato una luz rojiza se enciende delante de ellos, en el camino y los acompañó un largo trecho.
6.-Alí Quevedo (12 -08-1946), un pescador del pueblo dice que lo ha visto cientos de veces, ya ni caso le hacían y que hace como 3 años que no pesca.
A) La primera vez que lo vio fue pescando en el Ostional con Domingo Sánchez (Minguito) frente a Caño Rojas. Como a la una de la madrugada sale una luz clara, un foco iluminando, se hizo clarito, como la luz del día. Estábamos descansando. Yo le digo a Minguito: “Quédese quieto, ya yo sé qué es” Siguieron pescando y no pasó mas nada. - B) Otra vez en las alcantarillas, en donde llaman El Pozo de Chichiriviche andaba con Antonio Saavedra. Apareció una luz debajo de la carretera que encandilaba. Permaneció todo el tiempo que estuvieron pescando y los peces se veían dentro de la tarraya, dentro del agua.
- C) Otra vez, Alí andaba en la alcantarilla pescando sólo. Cuando llegó estaba oscuro, pero al rato se da cuenta que está todo clarito, como de día y vio el foco de luz. El mismo tipo de luz duró como hora y media. Alí cuenta que a algunos pescadores les da suerte en la pesca y a otros no. Que un tipo fue detrás de una mujer que iba caminando hacia las afueras del pueblo, al otro día amaneció del otro lado del caño El Estero y no se mojó la ropa. Alí dice que a veces aparece como un carro que va delante de uno y de repente desaparece. También dice que no se debe jopear al Farolúo porque se enfurece.
5- José Saavedra (El Tuco. 10-06-66) y Cesar Saavedra (1978) cuentan que en Caño Escondido, en la salina, hoy en día (2010), sale todo el tiempo después de las 11 y media de la noche. Es una luz que comienza amarillenta y grande como una pelota de basket y después es azulada, se ve encimita del agua, como a dos metros. La luz abarca todo y se siente miedo y puede que la impresión te domine. Cesar dice que la luz comienza a andar, a alumbrar, desde el Caimán, cerca del puente del Estero, cruza toda la Salina, pasa por debajo de la alcantarilla vía Chichiriviche y llega a Caño Escondido. A veces silba duro, tres silbos contínuos, ahí es que se alborotan los peces, despiertan los pájaros y se oye como caen las matas grandes. En Mayo es que sale más. El silbo, a veces deja sordo a uno, lo oyeron en el rabo de Canauno. Dicen que el silbo es de Palomo, un pescador del pueblo que ya murió. Cuentan también que uno de los pescadores, cada vez que tarrayaba, alguien lo empujaba pa que cayera al agua.
Que en el Ostional, como a las 11 de la noche, tarrayó varias veces tres pichocas facilitas, pero que cuando sacaba la tarraya no había nada dentro. Se quedó quieto y todo se volvió un silencio. Otra vez andaban pescando en dos canoas y la canoa de atrás, por más que la impulsaban con el palo, no avanzaba nada, la canoa se puso muy pesada. Tuvieron que cambiar de guatanero porque ni con insultos lograban avanzar nada. También y que El Farolúo se aparece en la noche como un perro negro grande que se para arriba en el puente y se pone a mirar a los pescadores. En otra ocasión hicieron una fogata en el caño Canauno y Win (otro pescador) se fue a buscar palos a otro caño, eran a punta de 12. Al rato regresa trabao, que no puede hablar del susto. Ellos dicen que también han oído al hachador, que se oye el golpe del hacha y el caer de los árboles.
6.- “A las doce de la noche, venía con dos burros cargaos, desde Blanquillo pa´l Tocuyo, la noche estaba oscura, pero cuando voy pasando por la sabana, de repente todo se pone alumbraíto, la luz era como de carro. Yo la vi muchas veces, por el Puente de Piedra también vi, a veces la luz se mueve en el aire de un lado para otro y regresa.
6- Una señora cuenta que ella la vio en el pueblo; en Guayebo. La luz estaba en el aire, paradita, arriba, cerca de un poste de la luz. Era como una araña negra que tenía en las patas todos los colores, “Cuando yo vi eso, era temprano en la noche, las luces de la calle estaban prendidas”.
7- Lola Bolívar me contó: “Aquí mismo, en mi casa (final de la calle 5 de Julio), una noche, yo me levanté y camino hacia el cuarto de los muchachos, pero me antojo de ver pa´fuera, cuando abro la puerta de la calle, una luz grandísima alumbra todo. Yo di un grito y salto pa´ la cama de los muchachos y me arropé con ellos. La luz ahora chiquita se metió pal cuarto. Cuando eso por aquí no había ni calles. La luz camina con uno, se le monta en el saco que cargan los pescadores en el lomo, se convierte en carro, la luz en el suelo se parece a un “coco” grande caminando, la cara se parece a la de un caimán con los ojos alumbraítos… los burros no se asustan cuando lo ven”.
FLAMENCO
El señor Galo Carrasquero (1937) cuenta que:
1º- Andaba en burro para el Tocuyo, y en Juan Ramos, el burro no quería avanzar. Le echaba
chaparrazos y el burro nada, los burros le tienen miedo al Farolúo. Tuvo que agarrar otra verea. La luz estaba en un árbol, de repente abrió una pantalla grande de luz. Le alumbra el camino a uno. Al rato después agarra su rumbo errante. Eso lo ví en tiempos de San Miguel. La luz era rojita, clara. A vecesse vuelve un bracero y priva a la gente. Privó a Domingo Gómez un borracho que lo maldijo, en esa ocasión se volvió un tripero en la carretera. Lo que hay que hacer es no meterse con él.
2- En la Punta de Chichiriviche, donde el agua reventó la carretera, venían Ramón y Pastor Gómez cargaos del conuco con sacos de yuca y batata, como a las 7 y media de la tarde y ven un carro que viene con la luces prendidas, le sacan la mano y el carro se paró y se embarcan, se sentaron, y cuando el carro arranca le dice uno al otro: “Chacho Mon, ese carro no tenía fondo”. Los dejó sentaos en la carretera. Se dieron cuenta de que era El Farolúo, dejaron todo en la carretera y echaron a correr. Galo también dice que lo ha visto muchas veces. Hace unos tres años, salía aquí mismo en el pueblo y mucha gente lo veía. La luz es como un tizón de candela. Corre por el aire. Corre como un carro y a veces encandila a los choferes y los hace bajar de la carretera. Dice también que en el Buco se oyen voces de seres humanos hablando en la noche; bañándose, y no se ve a nadie
CHICHIRIVICHE
1- Contacto con Arnoldo Ramírez nacido el 10-01-1923: “Una vez, veníamos, mi mujer y yo, del
Tocuyo en un Jeep viejo, eran como las seis de la tarde y habíamos salido temprano para que no nos agarrara la noche. De repente el jeep se para cerca de la Punta de Chichiriviche, junto al Taparito y yo me bajo a repararlo, me tardo algo, y ya está oscureciendo, cuando volteamos pa´tras, vemos dos luces grandotas que vienen hacia nosotros. “Se ven las luces, pero ni se acercan, ni se oye ningún ruido de carro, debe ser otro carro que se echó a perder también. Yo tenía mucho miedo, pero no le decía nada a mi mujer”. Pasa el tiempo y de repente veo que todo se alumbra, y me encandila por el retrovisor. Mi carro prendió, las luces nos persiguieron hasta que desaparecieron, nosotros habíamos estado rezando todo ese tiempo”. - El señor Guillermo Marcano (1923) nos cuenta que lo vio varias veces
TIBANA
1- Emilio Ampiés nació en 1939 en el caserío llamado Cuare, que ya desapareció. Él vio una luz que parece de linterna, amarillezca, aunque sale de varias formas. A veces como un hilo largo que se va yse pierde. Algunos compañeros vieron como una bola de fuego.
2- Andaba yo pescando con mi hermano Carlos, salimos a matar lizas a la ensená de Cuare. Como a las doce y media de la noche resplandeció tanto por un rato, que se vieron Las Dos Hermanas.
3- Otra vez iban unos amigos a pescar a la ensená de Cuare y vieron una bola de luz pequeñita que iba rodando de la tierra al agua, pero cuando menos pensaron, la luz se puso demasiado grande. Salieron
corriendo dejando sacos, machetes, pescao y todo. La luz es como de una linterna, pero más clara, comienza chiquita, redondita, en el aire o a veces larga”.
4- Su papá andaba con otra persona, fueron a buscar una comadrona al Tocuyo. Como a la una de la madrugada, vio una luz de carro bien lejos, cuando pestañó, la luz se les vino encima. Le vio la cara, es como de un congorocho, un coco con la frente lucia.
5- Una vez nombraron una comisión de la guardia nacional para cuidar el parque Cuare y evitar los contrabandos. Varios guardias dormían en la casa a orillas del golfete. Ellos comían en su casa. Pasaron unos tres días, pero una noche, como a las 3 de la madrugada, lo despiertan unas voces llamándolo por su nombre, él se levanta y ve a los seis guardias medio desnudos. Se habían venido corriendo desde la casa en Cuare, porque a media noche, oyeron un murmullo de muchas voces dentro de la casa y no seveía a nadie. Se fueron y dejaron todo. No quisieron volver. Ampiés dice que no se le debe rezar, que a veces aparece en la carretera como perro negro que acompaña a la gente desde Guacara hasta Tibana, si uno se pasa al otro lado de la carretera, él también se pasa. Dice también que el señor Farolúo fue un hombre que hubo que enterrarlo vivo. La zona de El Tocuyo, Chivare y Tibana es de él. No es el primero que ha hecho correr el Farolúo dice él cuando le echan un cuento de esos.
CHIVARE - Un señor que vive en una de las tres casitas de Chivare me contó que “Yo lo vi muchas veces, es
una luz de todos los colores, la he visto como a diez metros, A veces la he visto como una braza, amarillo clarito, pequeñita, pero la luz esa camina. Una vez se nos metió a la casa por la ventana, y ahí mismo salió, yo estaba afuera, era temprano en la noche. La seguí de cerquita hasta que se metió en un poco de tecos. Parece un coco grande. La vi como en los años cincuenta, últimamente no la he visto, ahora no pesco de noche. Pero los que pescan en estos días, dicen que sienten que alguien los acompaña atarrayando cerca de la canoa de ellos, pero no se ve a nadie.
2- La Negra del Tocuyo, vivió varios años en la hacienda de ellos en Chivare cerca del puente delEstero y dice que: “Mi hermana y yo, casi todas las noches nos poníamos a ver esas luces que se producían en el aire, primero eran chiquitas y después se ponían grandes, las vimos muchas veces, no les teníamos miedo”.
EL ALTO - José Ventura Chirinos (1932) y Francisca Chirinos (1927) cuentan que El Farolúo era un espíritu dela sabana, vivía en la sabana. Era una luz azulita que no pegaba al suelo ni se iba muy alto. En la vía
desde el Tocuyo al Alto, lo acompañaba a uno hasta una legua (5Km.) y ahí desaparecía en la sabana. No le hacía daño a nadie. Otra vez le vio el celaje en la sabana, le preguntó al papá y él le dijo que era El Farolúo. También lo vio por Puente e Piedra, en el Tocuyo. Los viejos se asustaban. - El señor Felipe Sánchez de 90 años de edad, lo vio en la sabana de Juan Ramos como a cien metros de distancia, cerca del Tocuyo. La luz era amarilla, una bola mas grande que una pelota de futbol. Eran como las 7 y media de la noche, iba para Chichiriviche.
AGUA SALOBRE (MORROCOY)
El señor Pedro Pereira de 74 años de edad dice que cuando era muchacho vio una luz amarillo rojiza, como una bola que iba rodando sobre las aguas, la luz iba vía Paiclas. Casi todos los viejos hablan de eso, se ve sobre todo en Semana Santa. Ellos la llaman El Tirano Aguirre, pero otros dicen que es el ánima de un tipo que mató al papá y se comió la asadura por venao, y en ese instante la luz salió del techo de su casa, y desde esa vez se quedó esa llama de candela.
… Él no le hace daño a nadie…
La Sirena
En la parte más profunda de la laguna de Tacarigua, donde llamaban El Pozón, ella, vestida tan
solo con su largo cabello, de vez en cuando se aparecía cantando, sentada en una piedra:
Aaaaaaaahahahahaaaaaa…
ahahahahaha…
aaaaaaa…
Su voz inundaba suavemente el gran silencio de los mediodías, en las tardes soleadas, era como una caricia que se tendía sobre aquellas aguas azuladas y quietas, y en las mañanas frescas, su canto resonaba como el eco del piar de los pájaros que revoloteaban picoteando las aguas y se extendía largo, largo. De noche, la sirena brillaba con pequeños remolinos a su alrededor, su luz azulada resplandecía a gran distancia como si estuviera quemándose y si había muchos estrellas en el cielo, la sirena se ponía de pié sobre la roca y rebuscaba con la mirada entre los mil luceros, parecía detallar cada estrella. Llegado un momento, levantaba el brazo derecho recto hacia arriba como en un saludo y al cantar, su voz se tornaba diferente, se sentía una nostalgia, una lejanía, un llamado. De día, las personas podían verla desde lejos con su brillo plateado pálido, pero al intentar acercársele, ella se zambullía lentamente dentro del agua. Pero en los años cincuenta, a veces, cuando Vidal Cebita se paraba a la orilla de la laguna, la sirena emergía de las aguas y con toda tranquilidad se sentaba en la piedra como para que él la mirara, en esos momentos no cantaba. Vidal vivía sólo en una casita de bahareque pintada de blanco que estaba situada solitaria a la orilla de la laguna, desde allí, él podía observar El Pozón. Y decía que la sirena tenía el pelo y los ojos negros y la piel lisa y muy blanca. Los muslos se le veían fuertes y los brazos y los hombros delicados.Que cuando se le aparecía, una leve sonrisa se le notaba en los labios, pero que nunca le habló.
Vidal también contaba que desde hacía años soñaba muy seguido con la sirena. Que en sueños, se le aparecía de noche y se acostaba con él o la veía que andaba desnuda, de día, por la casa con toda soltura. En uno de sus últimos sueños, se le apareció con tres niños que también andaban desnudos; la menor era hembrita como de cuatro años y todos eran igualitos a su mamá, que los niños agarrados desu madre lo miraban con recelo, mientras que ella sonreída los incitaba a que se le acercaran. La alargada laguna estaba bordeada de lado y lado en toda su extensión por dos cerros casi idénticos, a medida que se alejaban de la piedra, disminuían lentamente de tamaño y el canal, cada vez mas llano se perdía en una curva ligera. En un extremo, los cerros formaban un semicírculo rodeando la piedra. La vegetación en los alrededores de la laguna resaltaba por lo escasa, las plantas se veían raquíticas, comparadas con las de la zona. La mayor parte del suelo rojizo, duro como arcilla estaba desnudo.
La piedra sobre la que se sentaba la sirena era redondeada en el tope y extrañamente lisa, como pulida y gran parte de su oscura superficie la cubría un musgo verdoso muy delgado. No era muy grande, pero por esos lugares no se conocían las piedras, no existía ninguna otra piedra, de ninguna forma… Visite usted mismo la zona, hoy y verá.
En época de verano, escasas aguas rodeaban la piedra, pero esa parte nunca se secaba. En las
lluvias fuertes todo se inundaba, aun así, se oía el canto de la sirena y se veían brillos que venían desde el fondo de la laguna.
Estos cuentos, relatos y poemas están dedicados a Miro, mi hermano.* OTROS ESCRITOS DEL AUTOR José Antonio Zambrano Zavala:
ALGUNOS LIBROS: • Raíces de Pueblo (Publicado) • Y Mas que Cuentos • A la Sombra del Tiempo (Publicado)• Había una vez un Cristofué.(Publicado) • El Loco • MAS DE 30 “CUADERNOS CULTURALES” REFERENTES AL TooQuyYo DE LA COSTA.
Los interesados en este tipo de lectura
Contactarme al 0414 4323041
0241 8713959
o al correo: zambranozjoseantonio@gmail.com

Excelente publicar estos cuentos y tradiciones de los pueblos. También existe décimas y canciones de mi pueblo de donde pueden extraerse algunas y publicarlas