
La Liga Unitaria Chavista Socialista LUCHAS hace llegar a los medios de comunicación social su declaración de esta semana, titulada: «La dramática situación del magisterio y profesorado en Venezuela». Insisto Resisto. org publica integramente acá el referido texto. (Nota del Consejo Editor de insisto resisto.org)
«A Chávez le gustaba decir que la revolución Bolivariana era fundamentalmente una revolución educativa. Esta afirmación era muy cierta por varias razones: La mayoría de quienes acompañaban a Chávez en funciones de gobierno provenían del campo educativo, pero fundamentalmente, la Agenda Alternativa Bolivariana se planteó el reto de derrotar la exclusión educativa en todas sus dimensiones.
Se logró como en ningún otro momento histórico incorporar a prácticamente toda la población en edad escolar (y mucho más allá) en los diferentes niveles y modalidades del sistema de educación y muy especialmente en las Misiones Educativas.
A pesar del terrible error de una parte de la dirección gremial y sindical del magisterio venezolano de sumarse a los paros petroleros y el golpe de Estado del 2002, el gobierno Bolivariano fue ajustando los salarios y mejorando la calidad de vida a los y las docentes venezolanas. Y, además de ello, reconstruyó y amplió las infraestructuras educativas; construyó nuevas escuelas, liceos y universidades, hasta el punto de llevar la Misión Ribas (bachillerato) y Sucre (Superior) a cada municipio o localidad. De igual manera creó “Los Simoncitos”, Chávez decía que en éstos se estaba formando el nuevo hombre y la nueva mujer.
El sistema de postgrados y reconocimiento salarial de los mismos se extendió de manera significativa. Las editoriales publicaron textos educativos y muchos más para incentivar la lectura. La masificación de la educación de adultos conquistó la declaratoria por la UNESCO de Venezuela como territorio libre de analfabetismo. Todo ello permitió continuar estudios a centenares de miles de venezolanos que tuvieron que optar por la deserción para trabajar durante el puntofijismo.
La educación universitaria se hizo un derecho generalizado, sin requerir las desgastantes luchas de los “bachilleres sin cupo” de décadas anteriores. Se debatió e inició la implantación de un nuevo esquema educativo que incluyó en las aulas a los niños de diversidad de talentos, aptitudes y requerimientos de aprendizaje, e integró las materias segmentadas en áreas de conocimiento.
Tal dinámica valorizó en la conciencia de nuestras clases populares la Educación como herramienta de desarrollo personal, la Escuela como conquista popular y el Educador como figura relevante. Era un orgullo ser docente, por la misión cumplida hacia el país, por el reconocimiento del rol hacia la comunidad y por la posibilidad de desarrollarse como trabajador y como profesional.
Sin embargo, lo que ha ocurrido desde el año 2014 es terrible. El bloqueo imperialista y la hiperinflación han sido demoledores contra la Educación venezolana. La política salarial del gobierno, bajo la orientación de sus economistas monetaristas y pro capitalistas, ha complementado el trabajo destructor y desalentador. El salario real de los y las docentes no alcanza los diez dólares en básica ni 20 en educación superior, mientras la canasta básica aparece dolarizada e inalcanzable. Lo que gana un docente hoy escasamente le alcanza para que el núcleo familiar sobreviva durante dos o tres días.

«La recuperación de nuestra economía y de las funciones de servicios públicos, así como el derecho humano a la salud y educación, no se lograrán por ninguna burguesía ni burócratas sino por las y los trabajadores organizados».
Durante la pandemia solo a finales del año 2020 los universitarios recibieron computadores, luego de múltiples señalamientos. Los maestros de básica no tuvieron la misma experiencia. Los docentes tuvieron que pagar el acceso a internet y los planes de datos para garantizar el vínculo pedagógico, mientras el gobierno, tal cual lo hacen las administraciones neoliberales, se desentendió de apoyar al magisterio. Por supuesto, los resultados no son nada alentadores en la calidad del proceso educativo ni en el ánimo de nuestros docentes. El valor de la Educación en la conciencia nacional también está decayendo aceleradamente.
El año 2021 ha sido de una terrible escalada inflacionaria en dólares. El sueldo docente no alcanza ni para el transporte al centro de trabajo. Mientras ello ocurre se elimina el derecho a la contratación colectiva y se criminaliza la protesta.
Las organizaciones gremiales de los educadores están, unos, –aún bastante cargadas de intereses aliados a la burguesía conspiradora y ajenos a los intereses de los trabajadores-, y los otros, tampoco han destacado por ser organizadores de las justas demandas de sus agremiados, haciendo que muchos educadores se sientan aislados ante tremenda debacle salarial.
Aprovechando esa falta de disposición de las direcciones sindicales a organizar y movilizar por las reivindicaciones reales, el gobierno confronta a todos los educadores descalificando sus justas aspiraciones. Un ejemplo claro de la manipulación que ambos sectores hacen con la vida de los docentes se manifestó cuando ante las advertencias de algunos dirigentes o sectores gremiales del magisterio de desconocer el llamado a clases presenciales mientras los sueldos no tengan un mínimo de 300 dólares mensuales, el gobierno amenazó con contratar bachilleres del programa “chamba juvenil” lo cual recuerda los terribles tiempos del ministro cervecero Gustavo Rossen.

Una dirección sindical burocrática como la de Sinafum y la CSBT que cuando temerosos hablan de un incremento salarial, no mueve ni un dedo para luchar por él. y el gobierno que se reclama obrerista, trata de enfrentar a los trabajadores entre sí. Así están mostrando la poca importancia que hoy se le da en la esquina de Capuchinos y en Miraflores a esa Revolución Educativa que tanto promovió y enalteció Chávez.
La mayoría de gremios y sindicatos responden a lógicas partidarias de negociación y esto genera un vacío de liderazgo sindical clasista, democrático y autónomo. Por ello, una de las tareas urgentes del momento es constituir sindicatos docentes con conciencia de clase e independientes del Estado y el gobierno, incluso aunque el Ministerio de Trabajo se niegue a reconocerlos. Es momento de organización para la lucha reivindicativa.
Es también momento de la lucha política. Es claro que la patria está amenazada por el imperialismo que ataca militar, diplomática y económicamente, por nombrar sólo los frentes más destacados. Está claro también que el gobierno defiende su existencia enfrascado en sus intentos de alianza con algún sector burgués a costa del sufrimiento y la miseria de los trabajadores y sectores populares.
La pandemia demuestra en todos los países del mundo la importancia de los trabajos dedicados directamente a los derechos fundamentales humanos, como lo es la Salud, la Educación y la libertad de expresión. En Venezuela, en medio del proceso bolivariano los trabajadores no podemos seguir sintiendo sobre nuestros hombros el látigo de la crisis mientras la burguesía se enriquece, recupera poder y la alta burocracia estatal despilfarra el fisco en negligencia y corrupción.
La recuperación de la economía necesita la activación del consumo de bienes esenciales por parte de las familias trabajadoras. Los educadores necesitamos y podemos ponernos a la vanguardia de una lucha por la indexación salarial. La lucha central está planteada por esta indexación de los salarios.
Los venezolanos de a pie, entre ellos los centenares de miles de docentes no podemos seguir en el silencio “rumiando” nuestro descontento. Tenemos voz y presencia para actuar en defensa de nuestros derechos laborales y en alianza con todos los trabajadores por la defensa de nuestras conquistas ya alcanzadas y por las nuevas que tenemos que lograr.
La recuperación de nuestra economía y de las funciones de servicios públicos, así como el derecho humano a la salud y educación, no se lograrán por ninguna burguesía ni burócratas sino por las y los trabajadores organizados.

Desde LUCHAS nos solidarizamos con los docentes y, los llamamos a seguir educándonos y a dar el ejemplo al resto de los demás hermanos de clase, diciendo Presentes y organizándose desde ya en las bases magisteriales y profesorales para luchar por sus condiciones de vida, trabajo y una mejor educación en Venezuela.»
«Secretariado Nacional de LUCHAS.
Venezuela, 6 de abril 2021″



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