• Skip to primary navigation
  • Skip to main content
Insisto y Resisto

Insisto y Resisto

espacio de expresión y debate por derechos sociales y el socialismo del Siglo XXI para la emancipación humana

  • Inicio
  • Temas
    • Internacional
    • Política e economía
    • Mujeres/género e imigrantes
    • Campesinos y trabajadores
    • Medio ambiente
    • Educación, cultura y arte
    • Opiniones y debates
  • Videos
  • Presentación
  • Colaborar

Venezuela: de miembro pobre del Frente Francisco de Miranda A MULTIMILLONARIO ALCALDE DE VALENCIA

21 de febrero de 2021 por tali 2 Comments

Aclaratoria: Insisto resisto.org, que es un espacio de expresión y debate democrático, hace público este artículo y no se hace responsable de las opiniones emitidas en él.

Directorio de Alcadías del Estado Carabobo/ Notilogíaa.com

Arnaldo Aguilar Dorta*

Comenzó el derrumbe de Drácula: de miembro pobre del Frente Francisco de Miranda A MULTIMILLONARIO ALCALDE DE VALENCIA**

En otro artículo recientemente publicado en aporrea, “El derrumbe”, decíamos: «…que las oscuras estructuras de dominio político del draculismo en la alcaldía de esta importante y bellísima ciudad (Valencia) muestra indicios de estar colapsando y que las perspectivas -que este equipo de estudio dibujó- es de que en los meses venideros se mostrará su absoluto derrumbe y desaparición, que arrastrará consigo a toda la vieja institucionalidad del ya caduco estado burgués; porque en la base del problema está; que el draculismo es la última expresión de este fracasado modelo de producción de atraso, miseria y subdesarrollo».

Ciertamente, los acontecimientos que están sucediéndose vienen a corroborar lo que dijimos. Porque la corrupción, en la gobernación y alcaldías de Carabobo no es un hecho aislado, es sobre todo un fenómeno político que solamente puede explicarse si se entiende enmarcado dentro del proceso contrarrevolucionario de derechización de la Revolución Bolivariana. Y el gobierno mafioso de Lacava es una de sus expresiones.

Hace ya tiempo, que viene desplegándose esta “Operación de Corrupción”, llevada a cabo con bastante éxito. Su propósito está determinado por los planes de destruir la aparición en Venezuela de condiciones históricas para edificar una transición hacia un modelo democrático popular. Esta operación cuenta con una cabeza de playa en el Estado Carabobo y corre a cargo de distintos agentes, cada uno realizando la misma misión, pero desde distintos lugares y actividades y a diferentes niveles del Estado Venezolano, generado terribles daños casi que irreparables a la sociedad y el país. Es una “Operación Corrupción”, que tiene como blancos de sus ataques: extraer delictivamente los bienes públicos de la nación venezolana, y crear diversionismo ideológico, arruinando y caotizando la administración pública para luego hacerse con los argumentos para entregar la propiedad pública a la privatización. De esta manera logra su objetivo estratégico:  socavar el prestigio de la Revolución Bolivariana a nivel de lo que Cornelius Castoriadis define como: el  imaginario social instituyente. La “Operación Corrupción” es una hidra de tres cabezas, en una se distingue, la fracción proburguesa que infiltró la Revolución Bolivariana para degenerarla, y en la otra se destaca claramente, la de la oposición pero subdividida en dos: una aliada al gobierno y la otra al imperialismo norteamericano. Pero Lacava es un aliado del gobierno y a la vez del imperialismo. Por eso el mismo Chávez no lo quería.

Una de estas fracciones contrarrevolucionarias, la destinada a infiltrarse dentro de las filas de la revolución, tiene su base de operaciones en el Estado Carabobo y la dirige el mismísimo Rafael Lacava, alias draculín, el cual se ha apoyado en una de sus marionetas, el – hasta hace poco tiempo- miembro pobre del «Frente Francisco de Miranda», ahora alcalde multimillonario de Valencia, Alejandro Marvez, estudiante sobresaliente en el arte de interpretar correctamente las claves del libro de autoayuda: «Cómo hacerse multimillonario (en $) con la propiedad pública del pueblo valenciano». En el momento que escribo este artículo, a esta lista se agrega el tal Burgos, alcalde de los Guayos. Y de acuerdo a como suena el río, aun faltan más.

El tema de la corrupción se ubica claramente en el ámbito fenoménico abstracto del chiquero moral y alcanza su punto de concreto y operacionalización en el ámbito delincuencial y a partir de esto se abren los claustros de la verdad, quedando al desnudo la naturaleza mafiosa del gobierno que dirige draculín, pero además es el punto de partida del que surgirá el razonamiento que pone de relieve en quienes gobiernan el Estado Carabobo, como pertenecientes a una subespecie que no evolucionó culturalmente: el homo corruptus, de la subfamiliade los ladroncinae y de la suborden monus con hojillae. De tal manera, que es un asunto de primer orden para el pueblo carabobeño, que no puede ignorar y subestimar abordándolo para después.

   Esta subcultura, es reveladora de una realidad objetiva que facilita las más claras e incontestables evidencias que caracterizan el contexto de podredumbre dentro del cual está desarrollándose una operación que no puede abstraerse, para su análisis, del plan de restauración capitalista en Venezuela. O al menos connota, un tipo de realidad, en la que actúa está clase dominante en crisis y sin control ético ni político, reproduciendo prácticas repugnantes y perversas con elevados niveles de depredación contra el bienestar de la población, que a diario demuestra no tener ninguna empatía ni siquiera con la revolución bolivariana, o el chavismo y mucho menos con los bienes públicos. Aunque sí demuestra mucha destreza  para gozarse en frecuentes orgías, la propiedad pública, la propiedad que es de todos los carabobeños. Causando, incluso, serios desbarajustes morales a la sociedad.

   Desde las izquierdas de Carabobo y con el debido respeto y aprecio, le preguntamos  a la militancia hermana del PSUV de este Estado ¿Qué los obligó a guardar silencio frente a tamaños delitos? ¿A ustedes les parece digno de celebrar el Bicentenario de la Batalla de Carabobo, a pesar de estar sufriendo, en esta bella y heroica región, la presencia de gobernantes corruptos y de un pueblo pasando hambre? ¿Por qué no proceden a solicitar la expulsión del PSUV de Rafael Lacava y de su combo de contrarrevolucionarios infiltrados en Carabobo  y además, solicitar al Fiscal de la República que les confisque lo que le han robado al bienestar público y a la Patria?

Esta clase depravada y depredadora no se diferencia en nada de la corrupción llevada a cabo por los gobiernos anteriores. Y lo hemos dicho hasta el cansancio, si este penoso, lamentable y delictivo espectáculo no se le detiene, entonces, está cercano que el pasado de corrupción adeco-copeyana, que ahora viste con diferente cachimbo, y que al parecer ya están entre nosotros,  regrese con más fuerza. Vale decirlo con palabras del médico e investigador Ludwick Flek: «Lo pasado es mucho más peligroso —o, mejor dicho, sólo es peligroso— cuando nuestros enlaces con él se mantienen inconscientes y desconocidos».

Estamos en una encrucijada. Y la única vía, que la ética y el sentido común nos proporcionan, para ayudarnos a escoger la solución adecuada, es autoconvocarnos los miles de luchadoras y luchadores sociales del Estado Carabobo para ayudarnos entre tod@s a salir de la inercia y construir, sin desmayo, un proceso de unidad, de lucha, solidaridad y de responsabilidad pero concretándola en un solo frente unido deslastrado del cálculo egocéntrico e individualista y narcisistas que siempre están al acecho a lo interno de cualquier esfuerzo popular. Ese instrumento de unidad deberá contener o ser reflejo del flujo de emociones y representaciones que definirán el mundo nuevo que que queremos construir; uno un poco más justo. Para lo cual deberá alzarse un programa que movilice las pasiones de todo un pueblo para ir a la batalla, donde habrán de dispararse misiles de decencia contra las fuerzas oscuras de la corrupción y la inmoralidad, el subdesarrollo mental, psíquico y moral que mantiene sumergido en la pobreza a los carabobeños.

 Son tan elevados los niveles de descomposición moral que reina en el seno de esta clase política que ha despojado a Carabobo de sus bienes públicos, que paradójicamente, brinda las mejores condiciones para que las izquierdas, se tracen como objetivo inmediato: construir un Frente de Unidad Popular, que sin ninguna duda, transformaría radicalmente el mapa político en los próximos meses. Lo cual, impone también a las mismas izquierdas, tener la obligación pública de responder a la siguiente pregunta ¿Cuándo y cómo van a empezar a unificarse obediencialmente a los intereses del pueblo?

    El pueblo del Estado Carabobo cuenta con condiciones reales, concretas y favorables. Reservas morales, con la capacidad científica, técnica, artística, productiva y humanística para organizar el modelo de un mundo nuevo. Pero, para conseguirlo, estamos obligados, primeramente, a cumplir con la tarea histórica de unirnos en un Frente de Unidad Popular y sólo así expulsaremos a esta clase política corrupta.

*Arnaldo Aguilar Dorta: activista de Movimientos Sociales al sur de Valencia, Edo. Carabobo, y articulista de aporrea.org (ha escrito más de 100 artículos en esa página)

Filed Under: Opiniones y debates

Reader Interactions

Comments

  1. Victor says

    21 de febrero de 2021 at 13:19

    Deberían comenzar con Pequiven cuando estaba SA así si me ganan

    Responder
  2. Rodolfo Carabaño says

    21 de febrero de 2021 at 18:51

    Este largo bla bla bla bla. No da ni muestra un hecho de Corrupción imputable . No digo que que estén libres de pecados Alcaldes y el mismo Gobernador. Pero las generalidades bla,bla,bla no aporta soluciones a nuestra Grave crisis económica y de ética política. El problema lo conocemos , se requiere soluciones activar propuestas. Que también las conocemos.

    Responder

Deja un comentario Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

© 2023 · Insisto y Resisto · Sitio creado por Coop Comunicação, con Genesis Framework y Wordpress • Gestionar