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Insisto y Resisto

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VENEZUELA: A 63 años de la caída de la última dictadura

23 de enero de 2021 por tali Leave a Comment

Elio Colmenarez*

De Pérez Jiménez al «Puntofijismo»: Traición a la Revolución del 23 de Enero del 58.

Al cumplirse un nuevo aniversario de la caída de la dictadura de Pérez Jiménez, las conmemoraciones, como era de esperarse reflejan la confrontación política actual. Hay los que revindican el inicio de la era democrática, recordando a Betancourt y Caldera como sus padres, una democracia que tuvo dos padres, pero ninguna madre. En el bando opuesto, los que recuerden al Pacto de Punto Fijo como la traición al espíritu de la revolución democrática del 23 de enero de 1958. Muchas historias opuestas y mitos se han construido a su alrededor y otros hechos se han opacado. Quiénes lucharon y quiénes traicionaron es siempre una pregunta obligada. El papel de los viejos cuadros de la “generación del 28”, dirigentes de los partidos de entonces (AD, COPEI, URD y el PCV) y de la juventud militante de esos partidos en la clandestinidad lucen contrapuestas en virtud de la historia posterior, por los que eventos históricos anteriores influyen en el proceso del 23 de enero de 1958.

FIN DEL GOMECISMO

Venezuela se consolidó como país monoproductor, exportador de petróleo, bajo el monopolio de dos trasnacionales (Creole y Shell), y con  Gómez (1908-1935), esta la primera dictadura petrolera. La enorme renta petrolera que cambió la historia del país, era administrada por la banca privada en manos de los amos del valle, ante la inexistencia, a propósito, de instituciones financieras del estado. Que Venezuela fuese durante años el primer país exportador de petróleo, y que las operadoras imperialistas en Venezuela se colocaran como la tercera industria del mundo sólo llenó los bolsillos de la gran burguesía sin dar al pueblo ni siquiera migajas.

Con apenas 3,4 millones de habitantes, y uno de los ingresos per cápita más altos de la región, mas del ¾ partes del pais era asolado por enfermedades endemicas, la mitad por malaria. Un tercio de la población sufría de paludismo que causa 7 mil muertos al año. 14 personas diarias mueren de tuberculosis, responsable del 15% de los fallecimientos y en el campo hasta del 50%. Mas del 60% de los niños no tiene acceso a escuelas, el analfabetismo supera el 50% y más de la mitad no consume leche. La mortalidad infantil supera los 230 por cada mil niños vivos. Hay 100 kmts. de vías férreas infuncionales y un poco más de mil kmts de carretera, la mayoría de tierra construidas por presos bajo trabajos forzados. El 70% de la población de las ciudades no tiene acceso a servicios básicos, ni educación ni salud, pero hay una migración constante del campo hacia la ciudad y los campos petroleros, por lo que la población rural paso de 41% en 1873 cuando se inicia la explotación petrolera a 15% en 1936 cuando muere Gomez. Medio siglo de explotación petrolera había profundizado la miseria de un país anclado aún en el siglo XIX.

No es extraño el estallido social y político a la muerte de Gómez, que da nacimiento a los partidos dirigidos por la “generación del 28”, los que habían enfrentado la última década de la dictadura gomecista. El país se entraba con 36 años de retraso al siglo XX. Los gobiernos postgomecista, respaldados por las petroleras, debieron acometer un profundo programa de obras públicas en educación, salud y vialidad, para intentar la enorme situación de pobreza extrema creada por el rentismo, mientas avanzaban en la modernización del estado y la construcción de un régimen democrático “sin prisa, pero sin pausa” en medio de las contradicciones de la intensa movilización social y política, y la presión de las petroleras y la situación política internacional de la preguerra. Pero una discusión clave serán los destinos de la renta petrolera. En 1940 se crea el Banco Central, pero pasara una década para que pueda quitar a la banca privada la administración de la renta, incluso la custodia de las reservas de oro y la emisión de papel moneda, generando conflictividad entre la burguesía y el gobierno.

Presidente Isaías Medina Angarita

CONSENSO PARA LA TRANSICION DEMOCRATICA

Para finales del gobierno de Medina Angarita, había consenso para traspasar el gobierno a un civil y continuar la transición postgomecista entre todos los sectores políticos y económicos. La responsabilidad recae en Diógenes Escalante, un prestigioso académico de la universidad y la academia militar en Ciencias Jurídicas y Políticas, destacado embajador en Europa y los EEUU, gozando de prestigio entre las petroleras. Pero el destino desbarato los planes. El día que debía ser aprobado el acuerdo fue encontrado en el Hotel Avila, donde se hospedaba, corriendo desnudo y gritando incoherencias. El candidato de consenso se volvió loco, será llevado a un hospital psiquiátrico en los EEUU donde morirá años después sin recuperarse.

La locura de Escalante obliga a rehacer toda la discusión política. Algunos abogan por reelegir a Medina Angarita, otros por buscar un nuevo civil de consenso donde se menciona a Arturo Uslar Prieti, pero hay los sectores radicales que exigen un cambio drástico y el llamado a una Constituyente. La burguesía y la petroleras, desesperados por la crisis social en aumento optan por apoyar salidas urgentes. Dos grupos destacan entre los radicales, Acción Democrática (AD), el partido de más arraigo popular formado por líderes de la “generación del 28”, socialdemócrata y promotor de una constituyente, y la Unión Militar Patritica (UMP) un partido de jóvenes militares que exigía modernización de las fuerzas armadas y cuestionaba al alto mando formado por generales del gomecismo a quienes llamaban “chopos de piedra”. Ambos grupos actuaran en conjunto para derribar al gobierno de Medina en 1945, e instaurar una Junta Revolucionaria de Gobierno (JRG) presidida por Rómulo Betancourt y otros cuatro civiles, tres adecos y uno independientes, y dos militares de la UMP. Será el fin del gomecismo y el acceso al poder de la generación del 28 representada en AD y la UMP.

LA JUNTA REVOLUCIONARIA DE GOBIERNO. EL NUEVO MODELO RENTISTA.

La JRG cumplió con las exigencias democráticas. Convocó a una amplia comisión para la redacción de un estatuto electoral para elegir una asamblea constituyente que fue elegida al año siguiente, se promulgo una constitución para un régimen democrático y en diciembre de 1947 se convocaron las primeras elecciones libres y directas en la historia, con derecho a participación de todos los mayores de 18 años sin ninguna limitación.

Pero la discusión más importante era el destino de la renta que había generado conflictividad entre la burguesía, los gobiernos postgomecistas y las petroleras. La burguesía bancaria reclama su derecho administrar la renta con más capacidad que el estado, pero nadie pasa por alto el estado de abandono del país luego de medio siglo de administración privada de la renta. De la negociación surge el nuevo modelo de rentismo petrolero. La renta pasa al Estado pero se crea la Corporación Venezolana de Fomento (CVF) para colocar la renta a disposición de la burguesía pero estableciendo condiciones: “industrializar el país, impulsar la electrificación de los centros poblados, sustituir importaciones, romper la dependencia del petróleo y construcción de infraestructura, urbanismo y vialidad”. FEDECAMARAS es creada como gestor de las necesidades de los empresarios y comerciantes sobre la renta. El modelo rentista CVF, servirá para seguir construyendo la riqueza de los amos del valle ampliando y diversificando sus negocios. Ese modelo creado bajo el gobierno de la JRG de AD y la UPM, será aplicado inmediatamente seguirá vigente por casi cinco décadas, hasta el caracazo de 1989, con muy pocas variantes, será la fuente principal de riqueza de la burguesía venezolana y clave para entender la historia detrás de la traición al 23 de enero de 1958.

Cronología de dictaduras y traiciones

EL FRACASO DE LA DEMOCRACIA Y DE LA GENERACIÓN DEL 28.

AD, al mando de la JRG recibirá el respaldo popular por enterrar al gomecismo, en los que fracasaron otras organizaciones como el PCV que para el 45 respaldaba a Medina y la transición del postgomecismo.  Utilizará ese respaldo y el gobierno para imponer un dominio absoluto en los sindicatos, las organizaciones estudiantiles y campesinas desplazando, incluso por la fuerza al resto de las organizaciones políticas. En las elecciones de 1947, triunfa AD con Rómulo Gallegos obteniendo casi el 80% de los votos, lo que lo coloca, aún hoy, como el candidato presidencial en obtener el más alto porcentaje de votación, pero solo participó un 50% de la población. A pesar de las amplias libertades, la intensa campaña, y que los partidos se identificaran con colores para facilitar su identificación por la gente, la realidad es que el analfabetismo derrotó a la democracia.

La alta votación de Gallegos no detuvo, sino que impulsó la movilización social por derechos sociales y el derecho a la tierra, lo que también alimenta las disputas internas dentro de las fracciones de AD y de estos con la UMP. Gallegos se distancia de la UMP y de su propio partido. Anuncia una amplia reforma agraria e impone unilateralmente el fifty-fifty, que obliga a las petroleras a entregar al estado el 50% de las ganancias independientemente de otros impuestos. La burguesía y las petroleras se aterran, y deciden terminar con el experimento democrático. Apoyándose en los militares de la UPM, se rompe el pacto, y Gallegos es derrocado a los nueve meses de gobierno expulsando a AD del gobierno. La prohibición de las actividades socialistas y comunistas, incluirá al PCV en la persecución desatada contra AD.

La nueva Junta militar, continuara con el modelo rentista CVF acordada durante el gobierno de la JRG pero suspende las libertades ciudadanas y la constitución. No se trató de un cambio en el modelo económico el cual siguió inalterable, sino en el régimen político. El régimen democrático no le garantizó a la burguesía cobarde y lumpen del rentismo, estabilidad para sus negocios y el manejo de la renta, tampoco a la petroleras, por eso recurren a la UMP para cerrar el proyecto democrático y sacar a AD, su principal promotor, del medio. Pero la UMP proviene del propio seno del proyecto de 1945, de la JRG, se trató de una disputa política entre dos ex aliados en el que la burguesía apostó por el que considero le daba mas estabilidad.

Para el nuevo gobierno militar de la UMP, la burguesía y las petroleras el dilema era como volver a un régimen democrático sin la presencia de AD y el PCV, muy acorde con los inicios de la guerra fría. Pero la proscripción de AD y el PCV tampoco garantizó estabilidad. En la disputa por el poder dentro de la UMP termina asesinado el presidente de la Junta de Gobierno, coronel Delgado Chalbaud. Para sortear la crisis es llamado un civil para dirigir la junta, otro de la generación del 28, Suarez Flamerich, con el compromiso de convocar a elecciones a corto plazo mientras se desata una feroz persecusión contra AD y el PCV. En dos años serán asesinados cuatro secretarios generales de AD: Castor Nieves, Ruiz Pineda, Alberto Carnevalli y Pinto Salinas.

En 1952, se convocan a elecciones de presidente y congreso constituyente. La UMP se trasforma en Frente Electoral Independiente (FEI) con la incorporación de civiles y postulan al coronel Pérez Jiménez de la Junta de Gobierno. Jovito Villaba, de la generación del 28, líder de URD, recibirá apoyo del clandestino PCV y también de la base de AD, aunque la dirección en el exilio convocó a la abstención. Sorpresivamente para el gobierno los primeros conteos le dan ventaja abrumadora a Jovito y se detienen los escrutinios. Dos días después, mientras Jovito y los líderes de URD salen al exilio es proclamado triunfador Pérez Jimenez para un período de cinco años. Se iniciaba la segunda dictadura petrolera.

En la década de los cuarenta, fracasó el intento de la dirección política de establecer un régimen democrático. La burguesía y las petroleras optaron por una dictadura militar para garantizar la estabilidad política. La generación del 28 es una generación fracasada políticamente, pero lamentablemente, con la dictadura de por medio, seguirá influenciando a las siguientes generaciones de militantes que se incorporan a la lucha contrala dictadura. El balance de la década del cuarenta, para la generación del 28 y los nuevos militantes será contradictorio, para unos se trató de una traición de los militares y la burguesía lo que llevó al fracaso, para otros será el sectarismo de AD y el tremendismo político lo que provocó la crisis y llevo a las petroleras a apoyar al grupo militar de la UMP. Ese balance contradictorio atravesará toda la lucha contra la dictadura perezjimenista.

EL MODELO ECONOMICO CVF EN EXPANSIÓN

Será la dictadura de Pérez Jiménez bajo la cual el modelo CVF se expanda al máximo en medio de un crecimiento de los precios petroleros en la década de los cincuenta. El rentismo petrolero financió el crecimiento de la industria manufacturera y la construcción de infraestructura, urbanismo, vialidad y ornato de las ciudades. Los amos del valle vieron crecer sus negocios al compás de la renta petrolera, principalmente las familias Mendoza, Zuloaga y Machado, vinculadas a las altas esferas del régimen.  El gran capo será Eugenio Mendoza, (abuelo materno del dirigente fascista Leopoldo López), que será gran beneficiario de la dinámica del concreto armado, al construir un emporio económico alrededor de la construcción de obras del gobierno, el suministro de insumos de construcción y el ramo inmobiliario. Su familia se ramificará por las industrias de alimentos y agroindustria financiados por la renta petrolera.

La industrialización financiada por el rentismo y la construcción de obras y vialidad que alimentaba la dinámica del concreto, dio lugar a una enorme clase media beneficiaria de la renta petrolera, la necesidad de mano de obra calificada llevó a importar trabajadores “blancos europeos” en la idea que eran más eficientes que el mestizo venezolano. A una población de 7 millones, se le incorporo una migración de 1,2 millones provenientes de la Europa de la postguerra, principalmente de Portugal, España e Italia, pero también árabes y armenios, que se hicieron pasar por turcos, para evadir el control de “solo blancos europeos”. Con la nueva industria manufacturera y la migración nacía una nueva clase obrera distinta a la petrolera de la primera mitad del siglo.

El crecimiento económico forzado por el modelo rentista, convirtió a Venezuela en la imagen del desarrollismo en boga en esos años. Las petroleras actuaban como agentes de propaganda internacional para obviar la ausencia de libertades públicas. La revista LIFE, en un artículo sobre el esplendor de Venezuela colocara en la portada a Pérez Jiménez bajo el título “el capitán de un barco de ensueños”. La molestia de la “generación del 28” en el exilio era que era “su” modelo económico el que aplicaba la dictadura. Pero el desarrollo del rentismo era más mito que realidad. La migración a la ciudad seguía creciendo ante el abandono del campo, la clase obrera era mal pagada y con trabajos inestables, la rotación de personal era del 70% y raramente un trabajador duraba más de un año en un empleo. La burguesía disfrutaba de la renta petrolera y de la ausencia de libertades sindicales y normativa laboral. Las zonas marginales en las grandes ciudades crecían con aglomeraciones carentes de salubridad. Los barrios eran desalojados para dar paso a nuevos urbanismos, avenidas y zonas industriales, por lo que la gente reconstruía el barrio en la nueva periferia alejándose de la ciudad y las zonas.

La grosera desigualdad social creada por el nuevo modelo rentista no pasara desapercibida por la petroleras, que a través de la Fundación Rockefeller tenía programas de ayuda social y a principios de 1957 advierte en un informe que las “alarmantes condiciones de pobreza en los barrios y el aumento de la actividad comunista”, refiriéndose a la actividad clandestina de AD y el PCV. La homilía del Monseñor Arias con motivo del 1ro de mayo de 1957 habla de “la enorme desigualdad social porque a muchos no les llega la riqueza petrolera”. La burguesía también está preocupada porque la exigencia de la dinámica del concreto armado supera la renta petrolera creando flujos de caja al gobierno. En el segundo semestre de 1957 se paralizan varias obras y se dispara el desempleo.

LA OFENSIVA CONTRA LA DICTADURA PETROLERA

Para finales de 1957 estaban fijadas elecciones para un nuevo gobierno del régimen nacido del fraude de 1952. Ese año nace la Junta Patriótica, como un frente de COPEI, el único partido legal y la militancia clandestina de AD, URD y el PCV, emulando al Frente Universitario que desde 1956 venía actuando unido contra la dictadura ganando espacios entre los estudiantes liceístas y las juventudes obreras y de los barrios. Inicialmente se pensaba como un frente electoral para enfrentar la dictadura apoyando seguramente al candidato de COPEI repitiendo la experiencia con Jovito en 1952. Será presidida por Fabricio Ojeda, un joven militante de URD, periodista que cubría las noticias del palacio de Miraflores que le daba acceso a información sobre los pasos en el alto gobierno.

Pero la burguesía y las petroleras dudaban ya del prestigio político del gobierno, y a última hora cambian las elecciones por un plebiscito para que el pueblo opine sobre la continuidad del gobierno de Pérez Jiménez por otros cinco años. Esto obligara a un cambio en la estrategia de la Junta Patriótica que se lanza en una campaña contra el plebiscito. Mítines relámpagos en los barrios, las fabricas e incluso en las iglesias, cajas explosivas con volantes, pintas de letreros en las grandes avenidas, burlan la represión policial. La Junta Patriótica se replica en los barrios, fábricas y centros educativos que concierte a la campaña contra el plebiscito en una lucha insurreccional. Cientos de personas son detenidas en redadas de la Seguridad Nacional, la temible policía de la dictadura. COPEI es empujado a la clandestinidad y aumenta el estado de conmoción social que empieza a preocupar a la burguesía y las petroleras. Para finales de 1957, la radio de la Junta Patriótica, una emisora clandestina de escaso alcance, es escuchada en todos los barrios y sus arengas e instrucciones para la lucha replicada en miles de reuniones clandestinas en todos los barrios.

El 21 de noviembre de 1957, a tres semanas del plesbiscito, el Frente Universitario, transformado en Junta Patriótica Universitaria convoca a una huelga estudiantil contra el gobierno, será la primera acción de masas que iniciará la ofensiva final contra la dictadura. Se paralizarán todos los centros educativos, incluso de secundaria y destará una represión brutal de la dictadura, las universidades serán ocupadas pero los enfrentamientos continuarán en los barrios durante todo el mes de diciembre. La persecución a la actividad clandestina se extiende a las Fuerzas Armadas donde hay síntomas de descontento entre la oficialidad media por el uso de militares en la represión.

LA PRIMERA TRAICION, LA REUNION DE NEW YORK

Era obvio que la creciente movilización social y la actividad clandestina insurreccional ponía en duda la estabilidad del régimen a pesar de las medidas represivas, lo que preocupa a la burguesía y las petroleras. El propio Nelson Rockefeller, heredero de la dinastía petrolera, dedicado a la política, y que entablara una estrecha amistad con Romulo Betancourt cuando presidió el gobierno de la JRP, luego de la huelga universitaria y antes de efectuarse el plebiscito, en diciembre de 1957, auspicia una reunión de los líderes políticos en el exilio para una salida a la crisis.  Además de Rómulo Betancourt (AD), estarán Jovito Villalba (URD) y Rafael Caldera (COPEI), ningún dirigente del PCV fue invitado.

Se trataba de darle una salida negociada al gobierno dictatorial con una convocatoria a elecciones, la burguesía y las petroleras estaban dispuestos a sacrificar a Pérez Jiménez con la finalidad de garantizar el modelo rentista y el dominio monopólico de la extracción petrolera y no había nadie mejor que sus creadores, los líderes de la generación del 28. Tan importante como la salida de la dictadura es la estabilidad política futura, se conversa de un modelo parlamentarista, con un presidente surgido de elecciones y una responsabilidad compartida del gobierno. Sera la primera de varias reuniones previstas, pero a la dictadura no le quedaban meses sino días.

La fluidez de las relaciones entre el exilio y la dirección militante clandestina no eran muy buenas, ni tecnológica ni políticamente, pero además implementar los acuerdos de New York era difícil, prácticamente era desmontar la Junta Patriótica o al menos excluír al PCV, factor importante en la lucha. La Junta Patriótica había dejado de ser un frente de partidos para convertirse en la dirección de un movimiento insurreccional cuya influencia escapaba al dominio de los partidos que la integraban. Pero otro elemento adicional entraba en juego, aunque la Junta Patriótica no atacaba directamente el modelo económico rentista si denunciaba a las mafias de la oligarquía y a las petroleras, llamando a la dictadura en sus discursos el gobierno de la petroleras. Ese será la fuente de conflicto entre la Junta Patriótica que había adquirido su propia dinámica y la dirección de los partidos. La reunión en New York de los líderes de la generación del 28 al frente de los partidos será la primera traición al 23 de Enero.

EL 23 DE ENERO DE 1958.

El plebiscito, como era de esperarse, resultó en un triunfo de la dictadura. Las fiestas de celebración se enlazaron con la navidad para ocultar la crisis política y la insurrección popular en curso. Pero el nuevo año se iniciará muy temprano. El 1ro de enero de 1958, varias guarniciones de Caracas y Maracay, incluyendo la escuela de aviación se insurreccionan contra la dictadura bajo el comando de jóvenes oficiales encabezados por el coronel Hugo Trejo. Luego de varias horas, aislado y sin apoyo de otras guarniciones, Hugo Trejo se rinde cuando ya se iniciaban manifestaciones en los barrios promovidas por la Junta Patriótica. La acción de Hugo Trejo, puso en evidencia que la situación política había penetrado en el ejército.

Para la burguesía y las petroleras fue suficiente y deciden quitarle la alfombra al gobierno para buscar una salida urgente antes que sea demasiado tarde, a pesar de los intentos desesperados de Pérez Jiménez de hacer cambios sacando a las figuras más odiadas y represivas del gobierno y de las Fuerzas Armadas. Tres cambios en el gabinete en dos semanas no serán suficientes en la medida que aumenta la conflictividad social, la actividad de la Junta Patriótica ya es abierta y el gobierno recurre a la censura para acallar a la prensa. A mediados de enero, las actividades contra la dictadura están en las confrontaciones en la calle y en el pronunciamiento de los gremios contra el gobierno exigiendo libertades públicas.

Y es bueno señalar una diferencia. Es cierto que la Junta Patriótica había ganado influencia entre los profesionales jóvenes, pero las direcciones de esos gremios eran agentes de la burguesía, clientes de la dinámica del concreto armado y el rentismo. Los dueños de prensa, habían sido durante años publicistas al servicio del gobierno sin importarle para nada la detención de periodistas y la ausencia de derechos civiles. De repente en enero de 1958, todos se vuelcan contra la dictadura, ciertamente hay una lucha política en la calle, pero también hay una disputa velada de la burguesía para quitarle el protagonismo a la Junta Patriótica. Un caso patético será Picón Salas, presidente de la Asociación Bancaria, que se pronuncia a “nombre de los trabajadores bancarios” contra la dictadura el 20 de enero cuando un mes antes formaba parte de los agasajos al gobierno por su triunfo en el plesbicito. Nadie más que la banca para defender sus privilegios en el rentismo petrolero que amenazaba la crisis política de la dictadura. La historia mediática, que coloca a los dueños de los medios de comunicación y gremios como los líderes del 23 de enero a partir de su campaña de pronunciamientos en dos semanas de enero, oculta la lucha de miles de activistas de la Junta Patriotica que durante un año confrontaron los cuerpos policiales y militares, organizaron la huelga universitaria que dio pie a la insurrección militar del 1ro de enero. La burguesía llegó después para impedir que la crisis de la dictadura volara por los aires el modelo rentista.

El gobierno, perdiendo apoyo de la burguesía y las petroleras intenta pasar la tempestad mediante la represión. Intentando imponer la censura detiene a periodistas y medios de comunicación que la violan. Para el 21 de enero, se convoca a una huelga de la prensa, que en horas de la tarde la Junta Patriótica la convierte en una huelga general que el día 22 se cumple en todo el país. En medio de fuertes choques callejeros, el alto mando se reúne en la Academia Militar para evaluar la situación. Después de varias horas deciden a finales de la tarde conformar una Junta Militar de Gobierno y pedir la renuncia al presidente Pérez Jiménez. Después de varias negociaciones y pronunciamientos, en la madrugada del 23 de enero de 1958, Pérez Jiménez renuncia y sale del país a República Dominicana bajo la protección de su amigo, el dictador Trujillo.

Aquí hay evento que se pasa por alto en los análisis. Es muy raro, que se haya formado un gobierno, una Junta Militar de Gobierno, aun antes de que Pérez Jiménez saliera. Pedir su renuncia y facilitar su salida para impedir un derramamiento de sangre, como dice la propaganda mediática, puede sonar lógico, pero no formar un gobierno previamente, menos aun existiendo una Junta Patriótica reconocida por la población. Realmente se intenta escamotear el triunfo a la revolución y su dirección, la Junta Patriótica. La burguesía y las petroleras protegiendo sus intereses están detrás del gobierno militar instaurado.

La renuncia de P[erez Jiménez fue una sorpresa para sus cuerpos policiales y élites dentro de las Fuerzas Armadas que aun en la madrugada del 23 de enero aún combatían las manifestaciones. El sobrevuelo por Caracas de la “Vaca Sagrada”, el avión presidencial donde se escapaba Pérez Jiménez, aumentó la furia popular. A pesar del llamado a la calma, la gente salió a la calle y acompañó a las tropas militares a reducir los últimos reductos de la dictadura. La sede de la Seguridad Nacional será asaltada, liberando los presos y linchando a los policías atrapados por la gente, decenas de residencias de dirigentes de la dictadura son saqueadas e incendiadas al igual que oficinas de las petroleras y de muchos comercios con letreros en inglés. Los nuevos urbanismos, aun sin ocupar, son invadidos por miles de familia, en particular la urbanización 2 de diciembre en Caracas, que pasara a llamarse inmediatamente urbanización 23 de enero. La furia está desbordada en las calles, celebrando la caída de la dictadura, pero otra cosa es cierta, la gente en la calle no quiere un gobierno militar, mucho menos con los generales del alto mando responsables de la represión y del aplastamiento a la rebelión de Hugo Trejo.

La rebelión popular en la calle provoca en la misma madrugada del 23 de enero intensas negociaciones entre los militares, la burguesía, las petroleras y la dirección de los partidos en el exilio. A las primeras horas de la mañana se disuelve la Junta Militar de Gobierno, en apenas seis horas han caído dos gobiernos, aunque el segundo nunca llegó a salir de la Academia Militar. Se forma un nuevo gobierno, encabezado por el Almirante Wolfang Larrazábal, que había asumido la comandancia de la marina apenas dos semanas antes y no tenía historial represivo. Al gobierno se incorporan dos civiles, empresarios del concreto armado, uno de ellos Eugenio Mendoza, el capo de los amos del valle, el gran burgués del rentismo petrolero. Hay un compromiso de convocatoria a elecciones para el mismo año, para no dejar dudas el gobierno toma el nombre de Junta Provisional de Gobierno. Bajo el dominio de las direcciones partidarias en el exilio, la Junta Patriótica cede y apoya al nuevo gobierno, se concreta la traición a la revolución del 23 de enero.

DEL 23 DE ENERO AL PACTO DE PUNTOFIJO

A pesar de la lucha por el protagonismo del 23 de enero, y las acusaciones de traición en varios sentidos, nadie señala el porqué la Junta Patriótica cedió el gobierno a una Junta integrada por militares del peresjimenizmo y representantes de la burguesía que apoyo la dictadura. La razón es simple, todos forman parte de esa decisión. El Pacto de Puntofijo fue nueve meses después, pero es el corolario de un rosario de traiciones.

La burguesía, las petroleras y el alto mando militar estaban contra la pared, bastaba un solo llamado de la Junta Patriótica y esa Junta provisional hubiese durando menos que la junta militar que le precedió, pero no fue así. El llamado de la Junta Patriótica a respaldar a la Junta Provisional fue recibido a regañadientes pero acatado. Para confirmar la decisión, un mes después la Junta Patriótica es disuelta por “haber cumplido los objetivos que se había trazado, la caída de la dictadura y la convocatoria a elecciones democráticas”. Toda la lucha social, las consignas que la misma Junta Patriótica había levantado de reforma agraria, la salida de las petroleras y las reivindicaciones sociales, incluso las aspiraciones de los jóvenes militares que se sumaron a la lucha contrala dictadura, fueron dejadas de lado.

Para la dirección de los partidos, que se reconstruía con el regreso de los exiliados, algunos incluso llegaban con lo que tenían puesto ante la sorpresiva caída de la dictadura, la Junta Patriótica era un enemigo que había que sacar del medio porque impedía la dinámica partidaria. Las direcciones de los partidos eran los viejos cuadros de la generación del 28, y venían a garantizar la continuidad del modelo económico. Eran partidos burgueses a pesar de la abnegada lucha de sus militantes. Separar la lucha por las libertades democráticas de la lucha por reivindicaciones sociales para garantizar la estabilidad del país fue una trampa. Y el PCV, el único partido que no era burgués contribuyó a esa trampa. Intoxicados por la ideología de la revolución por etapas, estaban convencidos que antes de una revolución socialista se tenía que cumplir con una etapa de democracia burguesa, por lo tanto, en ese momento se trataba de apoyar el esfuerzo de la junta provisional por un régimen democrático. Cuando el resto de los partidos abandonaron la Junta patriótica y se dedicó a prepararse para las elecciones con candidato propio el PCV seguía pidiendo la unidad. No se planteó la propuesta de un gobierno socialista, de las organizaciones de base de la Junta Patriótica, sino que terminó proponiendo como candidato a Wolfang Larrazábal, el militar presidente de la Junta Provisional (!!!), al que luego se sumara URD que previamente había decidido a Jovito pero luego renunció.

En marzo las direcciones sindicales de los partidos se reúnen para llamar a la refundación de la CTV, su primer acto es reunirse con la Junta Provisional de Gobierno para firmar un documento de concordia nacional donde se “postergaban hasta el nuevo gobierno resultado de las elecciones las exigencias de la clase trabajadora como contribución a la unidad y reconstrucción del país”. Pero la burguesía no postergó sus exigencias, en el mismo acuerdo, bajo la dirección de Eugenio Mendoza, se estableció un Plan de Emergencia para «la generación de empleos y la construcción de vías, accesos, cominerías, acometida eléctrica y acueductos a las barriadas populares”. Se reactivaba la dinámica del concreto armado, ya no construyendo nuevos urbanismos sino adecentando los barrios y comenzaba cancelando las deudas de la dictadura con las empresas constructoras, es decir, con el mismo. Los partidos traicionaron la lucha del 23 de enero mucho antes que se firmara el Pacto de Puntofijo disciplinando la base militante maniatando la clase obrera. Más difícil fue el movimiento estudiantil que no paró ni postergó sus exigencias y logró arrancarle a la Junta Provisional el estatuto de autonomía universitaria que incluía la prohibición de actividades y procedimientos de la fuerza pública en los recintos universitarios.

EL CONTRASTE DE DOS VISITAS

Simón Sáez Mérida. Ejemplo de Lucha contra la dictadura militar y después contra el régimen democrático burgués puntofijista.

Dice el dicho que para muestra basta un botón. Pero dos botones, dos visitas, deben ser mejor para demostrar cual era el verdadero espíritu del 23 de enero, más allá de un simple llamado a elecciones. En mayo de 1958, cuatro meses después de caída la dictadura, visitó Venezuela el Vicepresidente de EEUU, Richard Nixon, como parte de una gira latinoamericana que había iniciado en Lima. La Junta Provisional preparó una agenda llena de actos, y en el aeropuerto había una inesperada concentración a su llegada. Mientras tocaban los himnos, empezó una lluvia de escupitajos que fue necesario colocar paraguas para proteger a Nixon, rompiendo el protocolo fue sacado rápido en una caravana a Caracas, pero al entrar a la ciudad frente a la urbanización 23 de enero, la caravana fue bloqueada por manifestaciones, los carros destrozados y el vehículo presidencial estuvo a punto se ser volteado con Nixon adentro. El vehículo pudo salir y escapar hasta la embajada norteamericana donde se refugió Nixon. Mientras dirigentes políticos lo visitaban para pedirle disculpas a nombre del pueblo venezolano, ese pueblo estaba en la calle en rabiosas manifestaciones exigiendo su salida. Eisenhower ordenó el despliegue de dos destructores y un portaviones con dos mil marines para la protección de su vicepresidente, pero la amenaza enardeció más las manifestaciones. Luego de dos días, Nixon saldrá de Venezuela, sin hacer ningún acto y suspendiendo la gira. Eugenio Mendoza, el capo de la burguesía renunciará a la Junta Provisional ante lo que consideró un agravio y una falta de autoridad de la Junta.

Ocho meses después, al cumplirse el primer año del 23 de enero, vendrá a Caracas, Fidel Castro, solo tres semanas después de la caída de Batista, invitado por las federaciones estudiantiles. Será acompañado desde el aeropuerto por una entusiasta muchedumbre que no lo abandonará en toda la visita con una permanente consigna ¡Cuba Si!¡Yankees No!. En el centro de Caracas realizará un acto, que por muchos años fue considerado la concentración humana más grande. En ese acto, Fidel Castro homenajeó a Fabricio Ojeda como el héroe del 23 de enero, llamándolo “mi comandante”.

Urbanización 23 de enero, Caracas.

EL PACTO DE PUNTOFIJO

A solo dos meses de la malograda visita de Nixon, el Ministro de Defensa de la Junta Provisional, Castro León, se declara en rebeldía exigiendo la suspensión de las elecciones, la proscripción de AD y el PCV, y pidiendo a Eugenio Mendoza que asumiera la presidencia de una nueva Junta de Gobierno. Las manifestaciones populares de respuesta acabaron con cualquier posibilidad de éxito y Castro León fue detenido. Eugenio Mendoza negará toda relación con los hechos, pero un mes después la Policía Militar, uno de los cuerpos elites se levanta con la misma exigencia de suspensión de las elecciones. Hay una evidencia de que la burguesía tiene dudas con el proceso político en curso y de la amenaza de una revolución. A finales de octubre Rafael Caldera (COPEI) recibe en su residencia, llamada Puntofijo, a los líderes de AD y URD para concretar los acuerdos conversados en New York. El Pacto de Puntofijo será un pequeño documento para la implementación de un sistema político fundamentado en un gobierno civil y democrático expresado en pocos puntos: la defensa de la constitucionalidad y del derecho a gobernar conforme al resultado electoral para el que todos asumen un reconocimiento previo y tácito; un Gobierno de Unidad Nacional, que implica considerar todos los partidos firmantes y otros elementos de la sociedad en la formación del gabinete ejecutivo del partido ganador, y un programa de gobierno mínimo común.

Era un compromiso de gobierno compartido y para garantizar la estabilidad política que exigía la burguesía y las petroleras, garantizando el modelo rentista y el dominio del imperialismo petrolero. Era la garantía de la derrotada “generación del 28” de no repetir las situaciones de la década de los cuarenta. A pesar del cuestionamiento de los años siguientes, en ese momento, a mes y medio de las elecciones nadie cuestionó el contenido del pacto, sino algunos que señalaron la ausencia del PCV que consideraban inexplicable e injusta. Ciertamente, el PCV había demostrado ser el más unitario y dispuesto a defender la naciente democracia burguesa, de haber sido invitado hubiese llevado su propia lapicera para firmar el pacto, pero entre los objetivos del pacto, que era un compromiso de estabilidad para la burguesía y las petroleras estaba la de eliminar la amenaza comunista, que no solo estaba en el PCV sino también en sus propios partidos que lideraban las manifestaciones callejeras.

La sola firma del Pacto de Puntofijo con la exclusión del PCV debió provocar la rebelión de las bases de los partidos, y el PCV haber roto la alianza electoral con URD que firmó el pacto y su candidato Larrazábal que lo avaló, pero no fue así, todas las corrientes, incluido el excluido PCV, alabaron el carácter democrático del Pacto.  El PCV, la dirigencia de base de AD y URD, en particular la juventud, y los jóvenes oficiales de las Fuerzas Armadas serán las víctimas directas de un pacto destinado a garantizar la estabilidad política para el rentismo petrolero y el monopolio imperialista. Era el sello final a un rosario de traiciones que empezó en la reunión de New York contra la revolución democrática del 23 de enero.

Elio Colmenarez: militante revolucionario y miembro del Consejo Editor de (ir).

Filed Under: Campesinos y trabajadores, Opiniones y debates Tagged With: 23 de enero 1958, 37 años de gobiernos, AD se entrega, Fin de 10 años de dictadura, Patronales, Proimperialistas, Una revolución traicionada

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