
Nosotras las mujeres, activistas y militantes de Luchas nos solidarizamos con Vanessa Rosales, quien está en la cárcel en el Estado Mérida, imputada por haber ayudado a una adolescente de 13 años, que quedó embarazada producto de una violación, a interrumpir ese embarazo no deseado, mientras el violador aún está en la calle.
Esas son las incongruencias de nuestra legislación y el proceso revolucionario, que está en deuda con las mujeres venezolanas respecto a este derecho fundamental de decidir sobre su propio cuerpo y sobre su maternidad, y con un retraso con relación a otros países de Latinoamérica.
Esta situación que no se justifica. Llevamos más de 20 años de gobierno, supuestamente revolucionario, que se dice de avanzada y progresista, pero a la hora de tomar decisiones como el de la legalización del aborto y el matrimonio igualitario, entonces, saltan los prejuiciosos, los puritanos, los hipócritas, los machistas y las machistas, los homofóbicos y xenofóbicos a justificar la muerte de miles de mujeres pobres en procedimientos de abortos en condiciones inseguras y sin las condiciones médicas requeridas. Asi se nos obliga e imponen a continuar con embarazos producto de violación o no deseados, o en otros casos y, se paga con cárcel si son descubiertas haciéndose un aborto clandestino. En todos los casos la víctima es siempre la mujer.
Hay que decirlo una y mil veces, la lucha por la legalización del derecho al aborto en condiciones seguras, es una lucha de clases y es una lucha revolucionaria, una lucha contra el patriarcado como base principal del sistema capitalista. Asombra ver a muchos “revolucionarios”, haciendo campaña en contra de la legalización del aborto; y entonces, qué dicen de las heroicas jornadas de luchas que han dado nuestras hermanas argentinas, acompañadas con actos de solidaridad en distintos países, hasta imponer recientemente la Ley del Aborto Legal.

Las mujeres de Luchas tenemos claro que este derecho no se conquista si no es con una gran organización, movilización y combate de las mujeres venezolanas, siguiendo el ejemplo de las compañeras argentinas y de otros países de América Latina y del mundo que hoy luchan por este derecho.
El gobierno de Maduro debe copiar de Cuba esta ley, que contempla la legalización y el derecho a la mujer a decidir sobre cuerpo. Nuestra lucha hoy pasa por exigir de manera prioritaria a la Asamblea Nacional (AN) la aprobación de una ley por el derecho al aborto, sobre todo, en esta etapa de Covid-19, que ha obligado al confinamiento y encierro, creando el caldo de cultivo para todo tipo de abusos sexuales contra la mujer, las niñas y adolescentes.
Se debe presentar ya un Proyecto de Ley del aborto para que se de la discusión ante la AN, y organicemos a las mujeres alrededor de este proyecto para que sea aprobado. Que los diputados y diputadas demuestren que son revolucionarios de verdad y se pongan al frente de esta discusión.

En esta discusión se pone a prueba qué intereses de clases defienden. ¿O, es qué las mujeres de la burguesía no abortan? SI LO HACEN, Y LO HACEN EN CLINICAS CON TODAS LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD, Y NUNCA HAN LLEVADO A UNA BURGUESA PRESA POR ABORTAR; SIEMPRE LA LEY RECAE SOBRE NUESTRAS MUJERES POBRES DE LOS BARRIOS.
En este sentido exigimos que la AN, la Comisión de Derechos Humanos y los organismos e instituciones representativas de la mujer, se pronuncien por la libertad plena de la compañera Vanessa, y que se prive de libertad a Carlos Terán, delincuente abusador y violador de la adolescente ultrajada.

Venezuela, 12 de enero 2021.
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