• Skip to primary navigation
  • Skip to main content
Insisto y Resisto

Insisto y Resisto

espacio de expresión y debate por derechos sociales y el socialismo del Siglo XXI para la emancipación humana

  • Inicio
  • Temas
    • Internacional
    • Política e economía
    • Mujeres/género e imigrantes
    • Campesinos y trabajadores
    • Medio ambiente
    • Educación, cultura y arte
    • Opiniones y debates
  • Videos
  • Presentación
  • Colaborar

Diputado Juan Eduardo Romero*: Consideraciones sobre la violencia en el Congreso de EE UU

7 de enero de 2021 por tali Leave a Comment

1. Lo sucedido ayer en los EEUU, no puede ser visto fuera de un contexto histórico, relacionado a la propia historia de Coloso del Norte.

2. Los denominados «padres fundadores», construyeron una nación basada en la exclusión, la segregación, la dominación coactiva pero sobre todo, imponiendo reglas desiguales que definieron sus formas de gobierno.

3. La denominada sociedad WASP (evite, anglo, sajón ando protestand), supone varios elementos, que nos permiten entender el «éxito» de Donald Trump en 2016: a saber, que la riqueza es un designios de Dios. Que la pobreza, es también una decisión divina. Que los pueblos (y hombres) que logran la riqueza, son superiores a quienes no lo logran y finalmente, es que está asociado a la «superioridad» étnica de los blancos, sobre los demás grupos. De ahí se explican, dos elementos vitales de la sociedad norteamericana: a) el Destino Manifiesto (es decir, la presunción que la sociedad de EEUU está llamada a grandes designios por Dios) y b) la segregación étnica y la imposición sobre el «no blanco».

4) Desde su fundación, el sistema político de EEUU no buscó una democracia basada en la igualdad de derechos y oportunidades.. construyó un sistema selectivo que permitiera que solo ciertos sujetos pudieran participar. Además  eso explica porque hay reglas diferentes para el conteo del voto en cada espacio territorial, pero a pesar de esa diversidad, todos coinciden en la utilización del mecanismo del «colegio electoral».

5)Trump en 2016, al contrario de otros presidentes, que fueron más cuidadosos en el manejo del discurso segregacionista y excluyente, sobre todo después de los difíciles años 60 del pasado siglo XX, dónde afloraron fuertemente las contradicciones sociales a través de las exigencias de Martin Luther King, jamás habían impulsado tan abiertamente una política de superioridad racial. La campaña de Trump (hacer América Grande de Nuevo), estaba basada en la presunción de la superioridad étnica y la necesidad de la dominación. Y eso hizo cohesionar, ese espíritu de Destino Manifiesto, que ha estado incubado desde un principio en el ADN político del sistema norteamericano.

6) Trump impulso la consolidación de una plutocracia y con ello, arreció los ataques hacia formas de manifestación de la democracia popular en los EEUU. Pero el culpable no es solo TRUMP, los actores del denominado Estado Profundo o el Triángulo de Acero (el lobby en el Congreso, los grupos económicos poderosos y oligopólicos y finalmente l estructura del aparato de defensa, ligado a la industria armamentistica) tienen gran responsabilidad en esta reacción violenta.

7) El Triunfo de Biden, no desmovilizan a los actores que se han sentido impulsados por el discurso de Trump. Los supremacistas se han constituido sobre las «libertades» construidas en las enmiendas constitucionales y se sienten «amenazados» ante el aumento del poder electoral de grupos étnicos «no blancos»(así los denominan despectivamente), principalmente afroamericanos y latinos. Ayer no vimos más que supremacistas blancos, vestidos con símbolos y estructuras que muestran «su superioridad» y por eso la virulencia en la penetración al Capitolio.

8) Lo de ayer, solo se equipara con dos momentos anteriores de la Historia de EEUU, en términos conflictuales. Uno, la Guerra civil en la 2da mitad del siglo XIX y dos, la protestas por derechos civiles en la década de los años 60 del siglo XX.

El Senado se vuele a reunir. (Diario El Heraldo).

Pero lo sucedido ayer, nos habla de una «quiebre» de la institucionalidad del sistema político, asociado al agotamiento de unas reglas electorales que tienen más de 200 años intactas.

9) No podemos dejar de comentar el contraste entre lo sucedido ayer,en medio de una transición política y lo que nosotros mismos vivimos este 5 de enero. En EEUU la institucionalidad del sistema político no funcionó y terminó en una violencia inusitada en la lógica de su historia, mientras que nosotros, bajo amenazas internas y externas, logramos realizar un acto vital, sin ninguna complicación.

10) Finalmente, esto augura tensiones que afectarán aún más, las relaciones del «monstruo del norte» (para usar la frase de José Martí) hacia Nuestra América.

Las presiones que tendrá que así Biden son enormes, pues estos actos serán solo el comienzo de las reacciones de la sociedad WASP que ve con preocupación los cambios que se suceden en la sociedad norteamericana.

*Dr. Juan Eduardo Romero: Historiador/politólogo, diputado por el estado Zulia. @historiadorjuan

Caracas 7 de enero 2021

Filed Under: Internacional, Opiniones y debates Tagged With: Decisiiones divinas, Desigualdad, Sociedad basada en la exclusión

Reader Interactions

Deja un comentario Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

© 2023 · Insisto y Resisto · Sitio creado por Coop Comunicação, con Genesis Framework y Wordpress • Gestionar