José Domenico*
El día de ayer 05 de Enero se instaló e inicia funciones la nueva Asamblea Nacional electa el pasado 6 de Diciembre. Este hecho marca elementos importantes en la situación política nacional.
El primero y más destacado de ellos es que da un fuerte puntillazo -que esperamos resulte decisivo- al gobierno paralelo, que el imperialismo yanqui y la burguesía criolla tratan de imponer desde hace dos años, usando la figura del títere Juan Guaidó, para sojuzgarnos directamente bajo los pies del capital.
La derrota que se concreta ahora contra el “Proyecto Guaidó” nace de tres elementos.
El primero es la resistencia popular que aisló, enfrentó y derrotó todas las agresiones, en particular, la invasión -con excusa de “ayuda humanitaria”- de febrero de 2019, el intento de golpe de Estado de abril 2019 y la invasión mercenaria a nuestras costas en mayo 2020.
El segundo es la derrota electoral sufrida por la derecha fascista -disfrazada de democrática- que participó en las elecciones del 6D, combinada con la derrota política de la mamarrachada de “consulta popular vinculante” de la derecha fascista sin disfraz.
El tercer y último elemento es la derrota política propinada en las elecciones a Donald Trump, allí en su propio patio, por las masas rebeldes, que se expresan por millones en las calles desde el asesinato de George Floyd en mayo 2020, dejando abierta una crisis política en el imperialismo más poderoso de la Tierra.
Derrotar el gobierno paralelo es un triunfo democrático y soberanista de las masas venezolanas contra el imperialismo y la burguesía fascista. Hay que consolidar esta derrota, desarticulando todas y cada una de las entregas y trampas que intentaron y que, en varios casos, lograron imponer.
Hay además que castigar a Guaidó y todos los que actuaron contra el pueblo venezolano solicitando y avalando sanciones y robos a la Nación; así como, propiciando y respaldando agresiones militares.
Sabemos que el imperialismo y la burguesía nacional no se “retirarán de la pelea” por más derrotados que estén en su último plan. Pero, gracias al triunfo obtenido, es posible y necesario para la Revolución, avanzar ahora. La AN tiene que ser un instrumento de este avance.
La nueva Asamblea Nacional cuenta con amplísima mayoría de quienes se reivindican revolucionarios y socialistas, más de 90% de representantes del PSUV y uno de la APR PCV.
Tan amplia ha sido la asignación de curules al PSUV que ingresaron, más allá de los muchas veces cuestionados líderes “de siempre”, un buen número de cuadros militantes que expresan mucho más directa y genuinamente las angustias y anhelos del pueblo trabajador. Existe una tremenda oportunidad para aprovechar esta nueva AN para recuperar y hacer avanzar la Revolución.
La AN que inició ayer debe enfrentar las medidas del bloqueo imperialista y sus efectos en la vida de los millones de familias trabajadoras venezolanas, reactivando la economía real. No la que propicia mayor enriquecimiento para los burgueses, sino la que resuelve con medidas socialistas las necesidades urgentes a que estamos sometidas las familias trabajadoras, con salarios de hambre y servicios públicos cada vez más costosos e inservibles, por el bloqueo imperialista y la especulación comercial burguesa, con la contribución de la negligencia y corrupción de la burocracia estatal.
Esta nueva AN puede y debe apoyar decididamente la organización popular para que tomen en sus manos la planificación, producción y distribución de bienes de primera necesidad desde las Empresas de Propiedad Social, directa e indirecta, los Consejos Campesinos, los CLAP, los Consejos Productivos de Trabajador@s los Consejos Comunales y Comunas.
Para recuperar y ampliar la democracia participativa y protagónica, la nueva AN debe ser defensora del derecho democrático a las luchas y protestas de todas las bases obreras y populares; que inicie su gestión exigiendo la inmediata liberación de todos los trabajadores, campesinos y dirigentes populares presos por luchar por sus derechos o denunciar corruptelas, y al mismo tiempo exigir el encarcelamiento de los fascistas promotores de guarimbas, atentados, sanciones e invasiones militares.
Que la AN sirva para combatir la negligencia y corrupción que campean en la mayoría de las instituciones del Estado, haciéndose cómplices de los efectos del bloqueo.
Los diputados que inician actividades hoy deben dar respaldo efectivo a las luchas democráticas y antineoliberales que sacuden nuestro Continente, arrinconando a los gobiernos reaccionarios del “grupo de Lima” y renovando las esperanzas en una Latinoamérica libre e independiente del Imperialismo, unida y solidaria. Esa es la solución para romper el cerco imperialista: el sueño de Bolívar y Chávez.
Desde LUCHAS llamamos a todos los diputados de la AN electos en las filas del PSUV y en la APR PCV, a ponerse a disposición de un programa de lucha por estos objetivos revolucionarios. a hacerse voceros genuinos del pueblo trabajador organizado, del verdadero poder popular.
Una AN vinculada e integrada a las bases obreras, campesinas y comunales puede ser un gran motor de movilización que aproveche el actual retroceso de la burguesía; no para conciliar con ella, aumentando la miseria del pueblo y haciendo retroceder las conquistas obtenidas, sino para avanzar, reconquistar espacios políticos y condiciones de vida para las grandes mayorías, es decir, para más Revolución.
Muchos de los diputados electos sabemos que están conscientes de estas necesidades imperiosas de la Revolución Bolivariana, con las que nos jugamos su existencia misma frente a los ataques imperialistas.
Deberán decidir si quedan presos de una falsa “lealtad” de silencio y sumisión repitiendo “lo que diga Nicolás”, bajo el mandato de Jorge Rodríguez, o si van a usar sus capacidades y experiencias para ser voz viva y activa de las bases chavistas, del pueblo trabajador y revolucionario de donde provienen.
Al mismo tiempo llamamos desde LUCHAS a todos los sindicatos, organizaciones comunales, campesinas, ambientalistas, de lucha de género, etc. A que lleven sus demandas y movilizaciones a esta nueva AN, para que exijan su respaldo y acciones concretas para avanzar en la mejora de las condiciones de vida de las mayorías, en la independencia del imperialismo, en los derechos democráticos del pueblo y en la batalla contra el fascismo, la burocracia y la corrupción.
Creemos que la nueva AN puede ser un instrumento de la Revolución, pero no alentaremos falsas esperanzas en las bases obreras campesinas y comunales. Somos enfáticos: No será con una AN “protectora del pueblo” ni con un Gobierno “protector del pueblo” que saldremos de este atolladero económico y social donde las agresiones imperialistas nos han sumido.
Solamente la aplicación cotidiana y cada vez más profunda de la democracia participativa y protagónica. Es decir la planificación, ejecución y control de las medidas económicas, políticas, sociales, etc. desde y a través de las organizaciones obreras, campesinas y comunales, logrará la definitiva superación de esta condición de sumisión al capitalismo, que es la fuente de nuestras penurias.
Hay posibilidades de avanzar: ¡Avancemos!
*José Domenico: militante de LUCHAS y miembro del Consejo Editor de (ir)
Muchas gracias. ?Como puedo iniciar sesion?