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Insisto y Resisto

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Chile de nuevo encabeza las luchas del Continente

1 de noviembre de 2020 por tali Leave a Comment

Un nuevo Sol sale por el Sur

Hoy domingo 1ro de Noviembre hace apenas una semana que se desatornilló una tuerca que había sido apretada y condenada desde septiembre  de 1973. Esto no es cualquier hecho, no sólo para la historia de un país sino más allá, de un Continente y de todos los países de la tierra: sucedió en Chile.

El resultado del plebiscito del 25 de Octubre es electoralmente incontestable e inapelable.  Con 7,5 millones de votantes -la mayor participación comicial de su historia-, casi ocho de cada diez chilenos aprobó cambiar la Constitución vigente. Los significados profundos son aún más contundentes. Estos resultados anuncian el fin de una Constitución que es herramienta, monumento y continuidad de la dictadura oprobiosa y asesina que en 1973 aplastó a sangre y fuego las ilusiones de justicia del pueblo chileno; sepultando un amanecer de esperanzas que entonces contagiaba todo América latina.

El oprobioso régimen asesino y anti humano que instauró la dictadura de Pinochet y que pervivía, está siendo desgarrado y hecho cenizas, no sólo por el acto consultivo sino por acciones insurreccionales protagonizadas en masas por jóvenes y mujeres desde finales del 2019. La frescura adolescente abrió la primera gran fisura a la muralla de opresión, cuando los estudiantes secundarios acordaron su método de lucha de “evasión masiva”. Significó ir en masas a las estaciones del recién aumentado metro y saltar “a diestra y siniestra” los torniquetes o molinillos sin cancelar el boleto.

La irreverencia ganó la simpatía general de la población. La brutalidad con que fue reprimida -siguiendo las pautas y tradiciones que están resguardadas en la Institución de los Carabineros y en esa Constitución moribunda-, transformó la simpatía en indignación, expresada en enfrentamientos de calle y de esa poderosa insurrección que enfrentó a todo el Régimen Político Chileno.

Algo está muriendo, sí. Al mismo tiempo, algo está renaciendo, sí

Lo que se ha recuperado son los sueños e ilusiones de justicia, de soberanía, de humanidad, de solidaridad, de dignidad que millones de jóvenes y trabajadores latinoamericanos, se hicieron con el triunfo electoral de Salvador Allende, pero que fueron ahogados tal como ahogaron en sangre la Comuna de Paris, un siglo antes.. 

La dictadura de Pinochet, fue el modelo más cruento del “Plan Cóndor” con que el imperialismo yanqui y las burguesías continentales asfixiaron bajo las botas militares las insurgencia libertarias que conmovían las clases trabajadoras y populares del Cono Sur Americano. Tres lustros más tarde  todas estas dictaduras fueron derrotadas por revoluciones democráticas, pero en Chile la dictadura logró disminuir su poder… sin perder su influencia. He allí el significado de la Constitución que está enterrándose desde el 25 de Octubre.   

Se está ciertamente saldando una deuda con el pasado. Pero la realidad de hoy no vive en el pasado. Cuando los pueblos despiertan y toman en sus manos la realización de la historia, el tiempo cambia de significado. Los jóvenes de hoy, que no vivieron aquellos sueños por el Chile socialista y democrático  son ahora los protagonistas principales de este nuevo intento de una sociedad más justa e igualitaria; ésta insurrección fue la explosión del cansancio a tanta hipocresía de números macro económicos de falsa prosperidad que es el ADN medular del neoliberalismo y que en Chile se impuso con una aborrecible dictadura y se continuó con el binomio pesado  democrático, socialcristiano y socialdemócrata en el ejercicio de los gobiernos de  Aylwin, Frei, Lagos, Bachelet y Piñera.

El «Apruebo» es sobre todo un desapruebo de lo que venía ocurriendo, estos 30 años de sobreexplotación del trabajo, de privatización y mercantilización  extrema de la educación, la salud, las pensiones, los servicios públicos, etc.; continuidad también de los planes económicos neoliberales impuestos por la dictadura.

Es un pueblo trabajador que se alza, cansado de esperar ese ofrecido y nunca alcanzado momento en que su sacrificio de trabajo al servicio de los patronos se transformaría en mejores condiciones de vida. Es el agotamiento de la paciencia contra el enriquecimiento extremo de los grandes capitales nacionales y extranjeros, a los cuales se les sigue otorgando privilegios, que contrastan brutalmente con el empobrecimiento creciente de las grandes mayorías. Ese es el significado de esa consigna que gritan y plasman en paredes, pancartas, pisos y redes sociales: “¡No es por 30 pesos… es por 30 años!”

Chile es al unísono, la esperanza revivida de una sociedad socialista que inspiró al comienzos de los 70; es la convicción de una justicia profunda, que exige castigo a los represores de ayer y de hoy; le demanda de una democracia que exige desmontar el aparato institucional pinochetista que sostiene y eterniza ese salvajismo represor. Es también la lucha contra la precarización del trabajo y los fondos privatizados de pensiones, contra la privatización de la educación, contra el destierro forzoso y el robo de tierras a campesinos y mapuches. Es además la muestra más clara del fracaso del Neoliberalismo como opción de desarrollo.

La insurrección popular destruyó la “vitrina” del neoliberalismo en el continente y el Apruebo lo confirmo. Chile es hoy una historia viva que cuestiona el capitalismo del siglo XX y del siglo XXI. Ya las calles hablan en versos, sonetos y dibujos del nuevo Chile que tendría que plasmarse en la Constituyente a convocar y su nueva Constitución. Un Chile que no será medido con cifras macroeconómicas como lo hace el neoliberalismo: sino con igualdad social, trabajo digno y derecho a la educación y a la democracia sin límites; sin los límites hasta ahora impuestos, que son las vergüenzas que fueron derrotadas ese 25 de octubre del 2020.

Filed Under: Internacional Tagged With: Apruebo, Chile

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